Capítulo 14 : Halloween Parte II

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Viernes 31 de octubre.

¿Es así como es su vida ahora?

¿Esto sería todo lo que tendría en la vida hasta que Timmy se fuera?

¿Hasta que Dumbledore se fuera?

¿Hasta que Harry fue el último mago en pie de su amargado trío?

¿Pasaría el resto de su vida sentado, esperando que alguien le dijera que uno de los suyos había muerto?

"Lucharon con valentía", dirán. "Murieron por lo que creían".

Lo cual es una tontería: están muertos y nunca volverán.

'Jaja, Harry, estarás solo para siempre porque maté a tu gente.'

¿Es esta su vida ahora?

¿Esto es lo que era la guerra?

A Harry no le gustó mucho después de todo.

Casi pasó junto a las gárgolas de piedra para entrar a la oficina de Dumbledore cuando un poco de la neblina en su mente se aclaró.

Estúpido.

—Susan —Harry se quitó la capa de un tirón y agarró la mano de Susan con fuerza—. Corre, corre como si tu maldita vida dependiera de ello, directo a mi cama y pon mi espejo debajo de mi almohada. Date prisa, por favor —susurró desesperadamente.

Susan no hizo preguntas, no necesitó aclaraciones, giró sobre sus talones y corrió más rápido de lo que Harry jamás podría con sus largas piernas.

Harry escuchó lo que Dumbledore le dijo a Snape.

—Corazones humanos.

Eso fue exactamente lo que Harry pensó que era el contenido de esa caja cuando la abrió.

Y, hasta donde pudo ver, los corazones humanos que le fueron entregados eran idénticos.

Harry no sabía si todos los corazones parecían iguales o si esos dos provenían de un dúo idéntico.

—Respira —murmuró Snape desde su lado mientras subían la escalera de caracol hacia la oficina del director.

—No puedo —dijo Harry con firmeza. Lógicamente, sabía que respiraba, pero tenía el pecho tan apretado que también pensó que podría estar sufriendo algún tipo de fallo orgánico interno.

¿Un infarto?

Eso fue irónico.

Snape extendió su brazo, reteniendo a Harry mientras dejaba que Sirius lo pasara para entrar a la oficina con Dumbledore y McGonagall.

—Pase lo que pase, estoy a tu lado —dijo Snape con firmeza, con los ojos clavados en los de Harry—. Descubramos lo que descubramos, te ayudaré a afrontarlo como tú quieras, ¿me entiendes?

La respiración de Harry se atascó audiblemente en su garganta.

Snape debe pensar que esos corazones pertenecían a las mismas personas que Harry para ofrecerle tal cosa.

Harry cerró los ojos con fuerza, queriendo excluir ese momento por completo.

—No puedo hacer esto —susurró lastimeramente—. No puedo perderlo. No puedo, Snape, no puedo. No quiero estar solo.

Snape envolvió sus brazos alrededor de Harry, provocando que se pusiera rígido por un instante antes de relajarse un poco.

—Lo sé —murmuró Snape—. No te ofreceré trivialidades vacías, Harry. Si es tu Weasley...

Avada Kedavra//Parte 6 de Harry Potter y Siete Años de Caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora