Avada Kedavra//Parte 6 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 6 : Nicolás Flamel

SS,
me encantaría reunirme contigo.
Hay una tienda de té que me encanta, McCastor's, en la calle 8 y Beluga en Dundee. Puedo reunirme contigo allí el día 5 al mediodía para escuchar todo sobre este asunto tan delicado.
Atentamente,
N. Flamel.

***

5 de julio

Todavía estaba oscuro cuando Severus se despertó.

Se duchó rápidamente y se puso un nuevo conjunto de ropa, renunciando a su túnica exterior en un esfuerzo por mezclarse con el pueblo muggle al que viajaría hoy, y comenzó sus rondas matutinas habituales.

Primero, revisa las pociones que se están preparando en su laboratorio.

La poción de litio de Potter y Black estaba casi lista. Severus añadió el ingrediente final y la retiró del fuego. Midió un frasco para Black; un frasco que, afortunadamente, podía dejar atrás para que lo recogiera ese día. El resto fue guardado cuidadosamente para Harry.

Severus sacó con cuidado la poción de regeneración nerviosa de la estasis y comprobó tanto el color como la viscosidad. Una vez que estuvo seguro de que estaba bien preparada, embotelló una docena de frascos y se guardó uno para entregárselo a la señorita Lovegood.

Consultó el calendario de la pared y se aseguró de que ni la poción de Theodore ni la de matalobos necesitarían prepararse durante una semana. En ese momento, Severus esperaba poder convencer a Lovegood para que lo ayudara. Theodore era un asistente adecuado, pero Lovegood era posiblemente el estudiante de pociones más brillante que Severus había conocido.

Si se esforzara, podría superar al propio Severus como el maestro de pociones más joven de la historia.

Severus dudaba que Theodore se sintiera molesto con su reemplazo. Había pasado buena parte de su tiempo con Granger en la biblioteca.

Hablando de que...

Severus tomó un frasco de la poción que había preparado para Theodore y Granger. El idiota aún no le había pedido ningún tipo de método anticonceptivo y lo último que necesitaba Severus era un bebé en la casa.

Dios sabía que Harry lo incorporaría a su alianza antes de que le creciera el primer diente.

Severus luego dejó pociones en diferentes habitaciones. Aunque le pidió a Mavis que entrara a las habitaciones para colocarlas en las mesitas de noche. Había demasiados adolescentes en la casa como para que Severus entrara a reventar en las habitaciones.

Con sus tareas matinales completadas, Severus fue a la cocina y comenzó a preparar café mientras esperaba que su hijo regresara a casa.

Fueron necesarias aproximadamente dos tazas de café antes de que los primeros rayos de luz del día se asomaran por las ventanas del comedor y Harry finalmente activara las protecciones con su regreso a casa.

A juzgar por el ceño fruncido que tenía cuando irrumpió en el interior y ocupó su lugar habitual frente a Severus, no había sido una noche exitosa.

—¿Puedo quedarme con ese papel cuando hayas terminado? —preguntó Harry inmediatamente.

—Por supuesto. —Severus levantó su varita y añadió crema y azúcar distraídamente a una taza y se la pasó a Harry antes de doblar El Profeta y entregárselo también—. ¿Larga noche?

Harry todavía tenía puestos los pantalones y la sudadera con capucha que llevaba ayer y estaba claramente descontento por su falta de éxito.

—Podrías decirlo —murmuró Harry. Extendió la mano y silenciosamente convocó una pluma antes de rodear el artículo de primera plana sobre una familia muggle encontrada muerta bajo la marca tenebrosa—. ¡Maldito Aberyswyth! ¡Estuvieron en Preston anteanoche!