Avada Kedavra//Parte 6 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 39 : La cueva

Sábado 11 de abril.

—¡Voy a buscar mi bolso! —Susan se puso de pie de un salto, tirando a Harry de su regazo. Comenzó a hurgar en el baúl de Harry antes de sacar un sencillo bolso de hombro negro—. ¡Vamos!

—Vístete —le espetó Harry.

No estaba matando al maldito Albus Dumbledore en pijama.

—¿A dónde van? —les preguntó Hermione rápidamente mientras Harry se quitaba la ropa de dormir y saltaba mientras intentaba ponerse los pantalones.

—Es un secreto —le dijo Harry—. Hablaremos de ello este verano, ¿vale?

—Déjalo, cariño —le murmuró Theo a Hermione. Abrió de golpe su propio armario y le arrojó a Harry un grueso jersey negro—. ¿Armas?

—¡En la bolsa! —dijo Susan, desnudándose descaradamente delante de todos, igual que Harry.

Preferiría que sus amigos lo vieran en calzones antes que perder la oportunidad de finalmente derrotar a Dumbledore cualquier día.

—¿Llevabas pistolas o cuchillos? —preguntó Harry mientras se ponía unos calcetines.

—Ambos.

—¿Ustedes robaron el Felix Felicis de Slughorn? —preguntó Ron.

—Sí —dijo Susan, sonriendo a Harry por su reciente adquisición. Había sido fácil. Harry distrajo a Slughorn con una conversación básica y algunos halagos ligeros mientras Susan usaba la capa de Harry para entrar en sus almacenes privados—. Tenemos seis frascos.

—Tomen uno cada uno —dijo Draco, sin estar seguro de qué estaba pasando además de algo obviamente peligroso.

—Tengo tres en la bolsa —le aseguró Susan.

—¿Escoba?—le preguntó Harry.

—¡Lista!

Harry se ató bien las botas antes de agarrar su capa de invisibilidad y guardarla en el bolsillo del jersey de Theo.—¿Listo?

Susan se puso la chaqueta de cuero de Harry y se colgó el bolso al hombro. —Lista —dijo.

Harry no estaba seguro de si era miedo o emoción lo que hacía que su sangre bombeara tan furiosamente. Miró a sus amigos, que estaban desconcertados en su mayoría, y les dedicó una sonrisa forzada.

—Deséennos suerte—dijo.

Luna se puso de pie de un salto y abrazó a Harry y a Susan. —Suerte —susurró—. Cuídense, vuelvan rápido.

—Siempre estamos a salvo —rió Susan antes de besar la parte superior del cabello rubio de Luna—. Vayan a divertirse a Hogsmeade, nos vemos más tarde.

***

Snape los miró a ambos rápidamente y asintió una vez cuando se encontraron en las puertas de Hogwart.

—Debajo de la capa —les dijo—. Bones, toma la mano de Harry con fuerza y ​​yo los acompañaré a ambos.

—¿No te verá? —le preguntó Harry a Snape mientras se ponía la capa encima a él y a Susan.

—En este momento está dentro de la cueva y nos apareceremos a una distancia segura —dijo Snape. Esperó hasta que Harry y Susan estuvieran completamente cubiertos antes de agarrar el hombro de Susan por encima de la capa—. Cuando lleguemos, ambos harán exactamente lo que yo diga, sin importar cuál sea la orden. ¿Lo entendiste perfectamente, Potter?

Harry se burló en voz baja, como si Susan no fuera mucho más propensa a perder los estribos hoy que él.

—Entendido —dijo Harry con desdén—. Maldita sea.