Avada Kedavra//Parte 6 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 36 : Severus Snape, espía extraordinario

Severus siguió a Albus debajo de la capa de Harry, con pies en silencio, observando y esperando para ver a dónde iba.

Se había convertido en una rutina últimamente. Severus observaba y esperaba a ver cuándo se iba Albus, luego lo seguía.

Había sido un esfuerzo infructuoso hasta el momento.

Albus salía del castillo casi todas las noches. A veces se iba después de cenar, a veces se iba a primera hora de la mañana. Siempre tomaba el camino del castillo a Hogsmeade. Siempre se detenía en Cabeza de Puerco, algo de lo que Severus le advertiría a Harry con el tiempo, ya que Cabeza de Puerco había sido su pub favorito para escabullirse con su banda de inadaptados.

Después de que Albus tomó una copa y charló con el dueño del pub, un mago mayor llamado Abeforth, salió por la puerta trasera y desapareció con un chasquido.

Y Severus no tenía capacidad para rastrearlo entonces.

Una vez más, Severus siguió a Albus hasta el restaurante Hogs Head, esperó en silencio junto a la puerta mientras Albus tomaba un vaso de lo que fuera que estuviera bebiendo esa noche. Albus intentó charlar con Abeforth durante unos minutos, para gran desinterés del hombre, al parecer, luego Albus se puso de pie y lentamente se dirigió a la puerta trasera. Salió al callejón y suspiró profundamente, con los hombros encorvados, luego desapareció una vez más.

Por lo general, Severus esperaba a ver cuándo regresaba Albus, sin traer ninguna pista de su ubicación anterior, o volvía al castillo como un fracaso una vez más. Sin embargo, esta vez, puso la capa de Harry en la bolsa debajo de su túnica y volvió a entrar al pub por la puerta principal.

Severus tomó asiento en el mostrador desierto y fingió interés en el menú de bebidas escrito a mano en la pared del fondo.

—Perdón —le gritó a Abeforth—. ¿Me podrías dar un whisky con hielo?

—¿Pozo o estante? —gruñó Abeforth.

—Pozo, está bien.

Severus asintió agradecido cuando Abeforth le pasó la bebida.

—Tenía la intención de agradecerte las últimas veces que vine, pero nunca parecía haber un momento apropiado —dijo Severus casualmente antes de que Abeforth pudiera alejarse.

—¿Sí? ¿Por qué? —preguntó Abeforth, entrecerrando los ojos azules con sospecha.

Severus había sido un cliente habitual casi semanal del pub con Nymphadora en un momento en que estaban en una búsqueda para descubrir la inmortalidad, y Abeforth probablemente sabía que Severus había tenido muchas oportunidades de hablar con él antes de ahora.

—Mi pupilo, Harry, se escapa con bastante frecuencia —dijo Severus—. Y, como aún no ha recibido ni una sola detención por ello, supongo que se debe a tu desinterés en difundir chismes. Por eso —Severus asintió una vez más—, te doy las gracias.

Abeforth pareció sorprendido por el tono agradable de Severus y sus comentarios genuinos, la reacción precisa que estaba esperando.

—Bueno —Abeforth se acarició la barba de una manera que recordaba extrañamente a Albus—, Harry parece un muchacho bastante bueno.

—¿Lo hace? —Severus sonrió con sorna, esperando que fuera un tono conspirativo—. ¿Hay muchos 'buenos muchachos' que se cuelan en tu bar fuera del toque de queda y sin duda intentan sobornarte para que les sirvas alcohol?

Debió haber funcionado hasta cierto punto, ya que Abeforth se rió en voz baja—Lo tienes atrapado en un lío, ¿no es así, señor Snape?

—Severus —dijo Severus suavemente, ofreciéndole la mano—. Siento que paso demasiado tiempo aquí como para que no me llames por mi nombre de pila.