Capítulo 17 : Albus y el peso que lleva

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Martes 18 de noviembre

Albus apareció en el borde de Hogsmeade, todavía oculto bajo el pesado hechizo desilusionador que aplicó antes de dejar Little Hangleton.

Otro día, otra decepción.

Albus reflexionó sobre su situación actual mientras disfrutaba del aire fresco de la noche y se dirigía lentamente al pub de su hermano.

Era evidente que la Cabaña Desolada mostraba señales de que había estado allí antes. Había sido lo primero que Albus notó cuando apareció allí en una investigación anterior. La magia todavía estaba allí cuando Albus regresó esa tarde, dispuesto a limpiarla y entrar en la cabaña, pero ya había sido parcialmente limpiada.

Quien lo hizo, no tenía la habilidad ni la fuerza para eliminar la magia por completo, pero fue lo suficientemente inteligente para excavar un camino despejado, una entrada, por así decirlo, que les permitió ingresar de manera segura a la choza.

La choza vacía.

Y ahora Albus se quedó con una pregunta curiosa...

¿La choza siempre había estado vacía, Tom había quitado el horrocrux que Albus creía que alguna vez albergaba o... lo más inquietante... alguien ya había comenzado la búsqueda en la que ahora se encontraba Albus.

-Te ves cansado -gruñó Abe mientras le pasaba a Albus una botella de cerveza sin alcohol que pretendía no tener almacenada sólo para Albus.

-Lo estoy -admitió Albus en voz baja. Hizo girar la botella en sus manos y soltó una risita silenciosa cuando vio el tarro de propinas de Abe-. Y parece que el negocio nunca ha ido mejor.

Abe miró a su hermano con la misma mirada de desconfianza que le había dirigido durante los últimos sesenta años-Ha sido decente-admitió. Tomó su trapo de cocina y comenzó a limpiar los vasos ya limpios que tenía frente a él, una tendencia nerviosa a juguetear con los objetos cercanos cuando está nervioso que siempre ha tenido.

Hubo un día en que Albus podía mirar a su hermano y preguntarle con mucha firmeza si había estado coloreando sus libros, y Abe lo miraba desafiante y decía que no.

Luego retorcía el dobladillo de su blusa entre sus manos y Albus se dirigía llorando hacia su madre.

-Minerva te atacará si descubre que estás vendiendo licor a los estudiantes -le advirtió Albus con ligereza, con una pequeña sonrisa en los labios a pesar de su humor más bien taciturno-. Recuerda lo que hizo la última vez.

Los ojos de Abe se dirigieron hacia el agujero en el techo, aquel alrededor del cual había que bailar si alquilabas la habitación de encima, y ​​el que Albus estaba seguro de que solo permanecía porque Abe había quedado impresionado, a regañadientes, con el temperamento ardiente de Minerva y su naturaleza protectora hacia los niños.

-Tal vez deberías controlar mejor a tus estudiantes-dijo Abe-No es mi culpa si vienen aquí buscando algo para beber y un lugar para charlar.

Albus tomó un largo trago y pensó en los estudiantes recientes de Hogwarts. Los nacidos de muggles que estaban demasiado asustados para regresar, los estudiantes que recientemente habían perdido a un padre u otro ser querido, un grupo de hermanas jóvenes a las que tuvo que informar que su hermano había sido asesinado por Greyback. Pensó en los que habían sido heridos recientemente y habían perdido sus recuerdos, y pensó en el estudiante que tenía un hacha invisible colgando sobre su cuello.

Toda la supervisión del mundo no pudo salvar a estos niños de los horrores de una guerra que él esperaba que nunca tuvieran que enfrentar.

-Tal vez deberíamos -convino Albus en voz baja. Empujó su bebida medio vacía y un puñado de monedas sobre el mostrador y le dirigió a su hermano una sonrisa triste-. Buenas noches, Abe.

Avada Kedavra//Parte 6 de Harry Potter y Siete Años de Caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora