Avada Kedavra//Parte 6 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 31 : "Esto es real". "Bueno, esto apesta".

Lunes 16 de febrero.

—¿Espejo?

Harry se tocó el bolsillo del pantalón y asintió.

—¿Cuchillo?

Harry levantó los dedos, tocando la punta afilada de la daga en la funda de su muñeca y asintió nuevamente.

—¿Capa de invisibilidad?

Harry palmeó su mochila.

—¿Beso para la suerte?

Harry miró a Fred y sintió que sus propios labios se curvaban en una pequeña sonrisa ante el ridículo puchero que Fred le estaba dando.

—Eres estúpido —susurró mientras se ponía de puntillas para besarlo suavemente.

—Sí, pero estás atrapado conmigo —le guiñó un ojo Fred.

Harry hizo una pausa. En realidad no estaba atrapado con Fred, Fred estaba atrapado con él. Excepto que no lo estaba, en realidad no.

—Aht —Fred levantó la mano mientras Harry abría la boca—. No voy a romper contigo porque estés un poco fuera de onda ahora mismo. Si quieres terminar, entonces tienes que ir a decirle a mi madre y a Fleur que la boda se cancela.

Harry pateó el suelo con sus botas ante la drástica subestimación de Fred al decir que Harry estaba "un poco loco". Ya ni siquiera era Harry, era solo un fantasma que pretendía ser la persona que solía ser.

—Hola —Fred levantó la barbilla y le dedicó una cálida sonrisa—. Te quiero. Si cambias de opinión y decides abandonar Hogwarts, llámame, ¿de acuerdo? Te responderé. Pase lo que pase.

Harry se mordió el labio con firmeza para evitar expresar accidentalmente sus pensamientos en voz alta y asintió antes de dirigirse a la red flu.

—Te amo —dijo Fred otra vez.

—Te amo —dijo Harry en voz baja. Tomó una pizca de polvos flu del jarrón que estaba sobre la repisa de la chimenea antes de arrojarlos a las llamas—. ¡La oficina de Sirius Black!

—Cuidado, cachorro —dijo Sirius, extendiendo la mano para atrapar a Harry mientras se tambaleaba lejos de la chimenea. Esperó hasta que Harry, lenta y decididamente, le soltó el brazo y retrocedió para mirarlo. Frunció el ceño ante lo que vio, lo que hizo que los dedos de Harry temblaran cuando de repente se preguntó cómo se veía. Fred dijo que se veía genial, pero Fred era parcial y Harry debería haberlo recordado. —¿Estás seguro de que fue una buena idea? —preguntó Sirius con calma. —No le haría daño a nadie esperar un poco más.

—Estoy bien —dijo Harry con mucha más convicción de la que sentía. Miró alrededor de la oficina de Sirius, con el labio inferior apretado con dureza entre los dientes.

No había dementores.

No había fantasmas.

Además de Harry, por supuesto.

—Está bien —repitió Harry. Se acomodó el bolso en el hombro y miró el reloj—. Voy a desayunar.

—Te acompaño —se ofreció Sirius con indiferencia. Sostuvo la puerta abierta, le hizo una reverencia burlona y lo dejó salir primero, antes de ponerse a su lado y seguirle el ritmo—. ¿Cómo estuvo Fred?

—Está bien —dijo Harry brevemente. No quería hablar de Fred. Fred era otra persona más decepcionada de Harry.

Habían tenido un pequeño desacuerdo el sábado cuando le tocó a Fred "cuidar" a Harry y Harry le dijo que iba a regresar a Hogwarts. No fue tan grave como la pelea que Harry tuvo con Snape por eso, pero lo suficientemente grave como para que Harry casi cambiara de opinión.