Capítulo 3

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El tiempo habían pasado y Lily se sentía cada vez peor, estaba teniendo náuseas y lo peor era que ahora no podía soportar el toque de su esposo ¿Por qué se sentía así? James lo había atribuido a su mal estado de salud pero, ella no lograba entender como antes podía tenerlo en un pedestal y ahora le era a penas soportable, ella sabía que había algo mal pero su mente nada más no podía hilar el pensamiento, estaba empezando a frustrarse muchísimo, lo peor era, que James no la dejaba salir para nada con la excusa de su malestar, se sentía prisionera en su propia casa.

-Hola Lils ¿Cómo sigues?- ella miro con desagrado a James y le respondió bruscamente.
-No mejor gracias a ti, no es posible que no me dejes salir ni siquiera a tomar aire, ¡Estoy harta de este encierro uno de estos días simplemente me escapo! - James se estremeció ante su tono, llevaba meses sin que ella le hablara así, cada vez notaba más como ella lo iba alejando, así que empezó a preocuparse, quizá esos vómitos no estaban dejando que las pociones funcionaran, tenía que hablar con Dumbledore.
-Lo siento cariño pero es por tu propio bien, solo tranquilízate ¿Si? Cualquier elfo que llames estará a tu disposición por si ocupas algo, además, sabes que puede llamar a Alice, ella siempre esta dispuesta a tener largas conversaciones contigo, tengo que ir a ver a Dumbledore.
-¿Mas asuntos de la orden?- pregunto ella curiosa y él le sonrió.
-Si, pero no te preocupes por eso, solo mejora.

James se apresuró a Hogwarts necesitaba una explicación, él le había dicho a Dumbledore que no quería estar con Lily si estaba pocionada, pero para cuando se dio cuenta, todo se había salido de las manos, estaba tan asustado de que ella lo dejara al dejar de beber las pociones que no quiso que las dejara y Dumbledore lo había apoyado, ahora estaba muerto de miedo de que ella se diera cuenta de que algo andaba mal, aunque el tenía sospechas de que esas pociones también apagaban un poco su cerebro, la Lily que él conocía ya lo hubiera resuelto.

-Ah joven James ¿A qué se debe su visita?
-Lily está empezando a estar más lucida, ha estado teniendo nauseas no sé si algo le haya caído mal, pero ella es más como era antes de estar conmigo, ahora es más hostil y no sé qué hacer, ¿Es probable que los vómitos impidan que las pociones hagan su efecto?- Dumbledore lo pensó un momento y asintió.
-Sí, es muy probable, la única manera en que esto no sería una catástrofe es que ella estuviera embarazada.- el rostro de James se ilumino- teniendo al hijo de Potter dentro de ella, la poción de lealtad estaría siempre para ti y los tuyos.
-Eso sería maravilloso, si eso es así ¿Ya no necesitaría de las pociones?- Dumbledore le sonrió.
-No, ya no serán necesarias.
-Muy bien.- James se levantó.- iré a buscar una prueba de embarazo y si es eso, no tendré que preocuparme más.

Cuando James llego a casa se encontró con que Lily discutía con los elfos porque quería salir, él se acercó y la abrazo y aunque ella quiso replicar él la silencio con un beso.

-Le explique a Dumbledore lo que te sucedía desde hace unas semanas y me comento que podrían ser síntomas de embarazo ¿No es maravilloso?- ella se tensó.- mira, traje la prueba para que la hagas y salgamos de dudas, si no es esto creo que debemos ir a san mungo por un chequeo.

Él le extendió la poción y ella la tomo como autómata, empezó a hacer cuentas en su mente y se dio cuenta que llevaba dos meses de retraso, ¿Cómo no se había dado cuenta? Empezó a recordar la noche que paso con Severus y se estremeció, recordó como en ese momento se sintió tan dichosa en los brazos de su antiguo amor, cuando regreso estaba convencida de que debía terminar con James, pensó en hablar con él durante el desayuno pero mientras comía él estaba hablando de su boda con tanta emoción que la contagio, ella lo amaba y quería casarse con él, lo que había sucedido con Severus había sido un momento de locura así que decidió callar y hacer feliz a James, eso era todo lo que importaba, sin embargo, ahora se preguntaba si no había cometido un tremendo error.

LA LLAMADA DEL LADO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora