Capítulo 18

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TERCER AÑO

Narcissa era una mujer muy feliz, siempre quiso tener una hija pero por algo no la tuvo y ahora, aquí estaba Luna Lovegood con sus hermosos ojos azules y su bello cabello rubio, la niña estaba visiblemente afectada por lo sucedido con la que consideraba su única familia y había sido abusada continuamente, pero ella, y sus hermanas le darían todo el amor que su madre, le habría dado, que su padre se negó a darle y que esa horrible tía suya aplastó.

-Luna cariño, necesitamos que tengas unas cuantas clases de etiqueta, daremos una fiesta de té para presentarte en sociedad como la nueva pupila Black.- Luna abrió mucho los ojos.
-¿Pupila Black? Pero... eso es...
-Es lo correcto.- interrumpió Hermione.- ellos se comprometieron a cuidar de ti Luna, al hacerle una... oferta a tu tía, ellos se comprometieron a cuidar de ti, no lo pienses demasiado, solo debes entender que los Black quieren cuidarte y protegerte.

Narcissa sonrió ante el discurso de la niña castaña, si bien era hija de muggles había recorrido un largo camino hacia esa filosofía, le constaba que no le había parecido lo sucedido sin embargo saco al frente su practicidad y decidió que esto era algo bueno para su muy querida amiga, así como lo acepto como lo que era, un intento de protegerla.

-Está bien.- la niña rubia volteo a mirar a Narcissa.- Hermione ha pasado una parte del verano enseñándome lo que le han enseñado a ella.- Narcissa podía verlo por el tono suave que había adoptado los últimos días.- pero me agradaría contar con su apreciada guía Sra. Malfoy.- Narcissa casi quería llorar.
-Cissy querida, llámame Cissy...

Era bien sabido que algunas costumbres estaban dejándose de lado, entre ellas el excluir a los nacidos de muggles, si bien no tenía problema con eso, si lo tenía con el obvio desdén que ellos tenían hacia sus costumbres, por supuesto, había contadas excepciones como la castaña en la sala, y su buena amiga Lily, sin embargo había notado en otras jovencitas que habían ido dejando de lado el decoro, niñas como Tracy Davis y Gemma Farley habían optado por tener una vida más... "divertida" y si bien no estaba en contra de la diversión, si estaba en contra de avergonzar a sus futuros esposos, había escuchado a la Sra. Goyle quejarse de Tracy más de una vez, era triste la caída en desgracia de esas niñas, a veces pensaba si Daphne y Astoria seguirían por el buen camino...

-¿Entonces cuál es el más adecuado?
-Bueno Luna, en cuanto el té, no es que uno u otro sea más adecuado, puedes tomar el que desees, el punto es, que lo tomes correctamente...

Narcissa había pasado largos días cuidando los modos de Luna, ella estaba muy agradecida por la guía de "la tía Cissy" como ahora la llamaba, pero sobre todo por la paciencia y dedicación de Hermione quien respondió todas sus dudas, finalmente había llegado el día para presentar a Luna en sociedad, incluso aprovecharía para meter a su círculo de amigos a Dudley y por supuesto a Hermione.

-Narcissa querida, es un gusto verte de nuevo.- comento la Sra. Greengrass quien venía con sus dos hermosas hijas.
-El gusto es mío Casandra, tus hijas están hermosas como siempre.

Había preparado una pequeña reunión, solo con las señoras y sus hijos e hijas, para que se hicieran amigos entre todos, fueron invitadas las señoras de sociedad entre ellas las Greengrass, Parkinson, Bulstrode, Davies, Black, Prince, Goyle, Crabbe e incluso los Farley entre otras, Narcissa presento a todos los pupilos disponibles en la casa, Draco y Harry tuvieron que sacar sus mejores modales e incluso Dudley impresiono con su impecable presentación, pero el orgullo de la noche fueron Luna y Hermione, quienes demostraron ser lo que la crema y nata de la sociedad esperaba de las pequeñas damas.

-Vaya, tienes bastante encantados a todos los adultos.- dijo Astoria con los dientes apretados a la castaña que estaba sentada tomando té.

Hermione había estado sentada recatadamente viendo sus alrededores, nadie ahí era su amigo, al menos no en ese momento, y ella no podía descuidarse ni un segundo, Luna podía, ella era una sangre pura y sonrio por las pequeñas misericordias, sin embargo ella misma era hija de muggles y tenía que ser lo mejor que pudiera ser, ahora venía aquí esta niña, la prometida de Draco, queriendo hacerla menos, bueno, es no iba a suceder.

LA LLAMADA DEL LADO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora