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ESTABA SENTADA EN SU PUPITRE, DETRÁS DEL de su hermano estaba otro vacío, ambos estaban molestos con Scott, una de las noches anteriores su papá había salido lastimado después de la junta de padres, Scott estaba ahí.
Ella no había hablado con nadie desde la ultima vez que se encontró con Derek y loca de Kate.
Levantó la cabeza cuando escuchó el carraspeo de garganta de su mayor, gruñó cuando vio a cierto moreno delante de ellos. Scott se sentó detrás de Stiles y a lado de ella pero ninguno lo volteó a ver, podía verse claramente en sus expresiones que estaban molestos.
—¿Aún no me hablarán?— suspiró al no reducir respuesta— Alguno podría decirme si su papá está bien. Digo es un moretón.— Gaia apretó los dientes ante el tono del chico.— Daño en el tejido blando, nada grave.—
Golpeó su mesilla con la palma de su mano y lo volteó a ver fulminante, Scott tembló por la mirada de la chica.
—¿Nada grave?— dijo entre dientes.— ¿Pensarías lo mismo si le hubiese pasado a tu mamá o al padre de tu queridísima Allison?—
—¿Qué tiene que ver ella en esto?—
—Todo. Porque todo empezó con ella—
—Estoy intentando arreglar todo ¿bien?— la chica rodó los ojos.— Me siento mal con todo esto. Fui a pedir ayuda con Derek.—
—Si te hablara te diría que eres un imbécil, pero no estoy hablando contigo—
Sabía que su hermano no resistiría tanto sin hablar de eso, por eso no le extraño cuando se volteó hacia Scott a preguntarle más cosas.
La clase pasaba rápida, intentaba ignorar las fijas miradas que le daba Scott en ratos; Scott miraba a la chica concentrada y no podía evitar que su corazón se acelerase.
¿Por qué había terminado con Gaia? Tal vez fue la emoción de que otra chica lo hubiese mirado, no lo sabe. No iba a negar que cada que miraba a la hermana menor de su mejor amigo los sentimientos por ella se hacían presentes haciendo sentir muy pequeños a los que tenía por Allison. Las dos eran muy diferentes, tanto física como mentalmente.
Con Allison se sentía completo y cómodo, pero con Gaia se sentía invencible e increíblemente fuerte, ella había estado para él en muchos eventos importantes, en las buenas y las malas, y aunque la había dañado ella seguía ahí, cuidándolo de cierto modo.
Allison era una buena persona, era preciosa, le encantaban sus ojos chocolates con largas pestañas y su sonrisa con hoyuelos, al igual que su cabello castaño con rulos.
Pero...
Gaia era simplemente Gaia, nada ni nadie la podría igualar, de eso estaba seguro. Los ojos de la chica eran su perdición, eran azules como el cielo despejado y su mirada antes era suave cuando lo miraba o miraba a cualquier persona, ahora sus ojos siempre se notaban fríos y su mirada pesada, su sonrisa era lo que más le encantaba, ahora para él solo le dirigía sonrisas sarcásticas y fingidas, su cabello rubio cenizo ya no le hacía diversos peinados, solo lo mantenía suelto o con una coleta alta. Aunque había cambiado, para Scott se veía más que hermosa.
