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—Por favor, acompáñanos— Su hermano rogaba mientras la seguía detrás.
—No— subió las escaleras con el pálido haciendo berrinche detrás.
—Pero Gaia— lo miró antes de entrar a su habitación.
—Olvídalo, Stiles. Díganle a alguien más.— rodó los ojos
—Es que no tenemos a nadie más.—
—Díganle a Allison, estoy segura de que ella estará encantadísima de acompañarlos— sonrió falsamente.
—Podríamos meternos en problemas— intento convencerla pero solo recibió una mirada indiferente por parte de la rubia.
—No son mi responsabilidad, Stiles.— pensó unos segundos— Ya no lo eres después de que me traicionaras— Stiles la miró arrepentido, su corazón se apretó al ver los ojos decepcionados y tristes de su menor.
—Yo iba a decírtelo, pero te enteraste antes de pudiera hacerlo.— confesó.— Yo también estoy molesto con él por lo que te hizo pero es mi mejor amigo—
—Y yo tu hermana—
—Perdón.— la chica suspiró.—Ga...—
—Recuerdo que te dije que no me hablaras, al menos respeta eso— cerró la puerta de su habitación.
Se aventó de espaldas a su cama y se quedo ahí varios minutos mirando al techo como si este fuese lo más interesante. Stiles quería que los acompañara a la escuela en medio de la noche, solo para que Scott pudiera recordar lo de anoche, era un idiota.
¿Por qué quería que fuera con ellos? Claro que no iría, le rompería la cara de cachorro al bastardo ese, no quería verlo, lo odiaba. Por supuesto que no lo odiaba, lo seguía amando pero ella era de corazón fuerte y aunque tuviera que arrancarlo lo olvidaría, olvidaría el sentimiento de amar a Scott McCall.
Se levantó de su cama de un ágil movimiento y sacó ropa de su armario para después entrar al baño a cambiarse. Una vez en el baño se deshizo de su blusa quedando frente al espejo escaneando su cuerpo; una venda le rodeaba todo el abdomen por lo que empezó a despojarla cuidadosamente. Una fresca herida salió a la luz, le ardía demasiado.
Corría junto a Alec por los pasillos de la escuela hasta llegar al estacionamiento trasero donde estaban los autobuses, cuando estuvieron ahí pudo ver al Alfa peleando con Scott y el cuerpo ensangrentado del chofer en el suelo.
—Detendré a Peter, tú ve con Scott— acató la orden del azabache y corrió al rescate del chico.
Tenso su flecha y disparo atravesando la ventana, la flecha quedó clavada, eso distrajo a ambos lobos. Subió al bus hasta dar con Scott quien su primera reacción fue dar una zarpada, la cual fue esquivada por la chica.
