LA FURIA

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En una de sus sesiones, el ambiente en la consulta de Brenda se volvió más íntimo. Las luces suaves y la música de fondo creaban una atmósfera relajante. Iván, después de unos momentos de silencio, parecía querer compartir algo importante con Brenda.Iván: (respira profundamente) Brenda, hay algo que necesito contarte. He estado viendo a otra persona.


Brenda: (levanta una ceja, curiosa) ¿Ah, sí? Cuéntame más sobre eso.Iván: Sí, se llama Alicia. Es una chica que conocí hace unos meses en un evento. Al principio, era solo amistad, pero con el tiempo, nuestra relación se ha vuelto algo más profunda.Brenda, visiblemente molesta, desvía la mirada hacia la ventana. Se siente decepcionada por la noticia que Iván acaba de compartir con ella.


Brenda: (con tono serio y algo enfadado) Iván, ¿puedes explicarme qué significó para ti nuestra noche juntos en mi casa? ¿Fue algo sin importancia para ti? Iván se muerde la lengua, luchando por contener su ira y evitar caer en sus habituales arrebatos de furia.


De repente, la furia se apodera de Iván. Con manos temblorosas, el chico toma un florero de cristal que estaba sobre una mesa cercana y lo arroja con fuerza al suelo, haciendo que se rompa en mil pedazos. El sonido del cristal rompiéndose resuena en la habitación, creando un tenso silencio. Brenda se queda paralizada, con los ojos abiertos de par en par, sin decir una palabra, impactada por la reacción violenta de Iván.


Brenda decide intentar calmarlo con un abrazo, pero parece inútil. Iván, impulsado por la furia, sale corriendo de la consulta. Esa fue la última vez que Brenda lo vio.

LOS CUENTOS DE SARAHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora