NOCHE DE NAVIDAD

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La casa estaba decorada con esmero, cada rincón lleno de detalles navideños que transmitían la magia de la temporada. La mesa estaba perfectamente dispuesta, cubierta con un mantel blanco impecable y adornada con centros de mesa y velas que iluminaban el lugar.


La familia de Sarah me recibió con los brazos abiertos, haciéndome sentir parte de aquel círculo íntimo y especial. Risas, conversaciones animadas y el sonido de los platos y cubiertos llenaban la habitación, creando una atmósfera de felicidad contagiosa


La noche en la que fuimos al club fue una auténtica aventura. Laura y yo llevábamos vestidos cortos con lentejuelas, ella de color amarillo y yo de color rojo.


 Mejora este texto: El club al que fuimos se llamaba Noches Locas y la experiencia fue tal cual. En cuanto entramos, dos chicos se acercaron a nosotras y sus miradas se centraron en nuestros escotes. Álvaro, el más alto, nos invitó a tomar una copa, mientras que Marcos, más tímido, no dejaba de mirar nuestros traseros. De repente, se acercó otro chico llamado Raúl. Era bajo, calvo y llevaba gafas con montura negra y gruesa. Laura me lanzó una mirada de reojo y luego miró a los tres individuos y les dijo:

"A mi hermana y a mí nos gusta estar solas, además nos gustan las chicas, así que ya pueden irse"


Raúl nos miró con desprecio, mientras que los otros dos chicos insistieron un poco más para que fuéramos con ellos a bailar. En ese momento, cogí el vaso de la barra y les eché el refresco encima a ambos.Salimos de la discoteca rápidamente sin miedo. Aquella noche, tuvimos el coraje de enfrentarnos a esa pandilla de pesados.

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