FÁTIMA Y FARID

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Fátima y Farid eran primos y habían pasado toda su infancia juntos. Las dos familias vivían en la misma casa típica marroquí, compartiendo momentos, tradiciones y las estrechadas que únicamente los lazos familiares pueden crear.


 Fátima, una joven fuerte y decidida, combinaba su fortaleza con una dulzura y carisma innatos. Su presencia era magnética; su mirada reflejaba tanto determinación como compasión, y su sonrisa era capaz de iluminar cualquier habitación.

Una de las habilidades de Iván, además de meterse en líos y tener una actitud conflictiva, era que se enamoraba en cuestión de segundos. Era una característica que lo hacía vulnerable pero también encantador, ya que su corazón se dejaba llevar fácilmente por las emociones y los sentimientos intensos.


Fátima exhibía una piel morena, acompañada de unos ojos oscuros y profundos que reflejan una intensidad emocional. Su cabello oscuro y rizado, enmarcando un rostro con facciones suaves y delicadas, pómulos ligeramente altos y una nariz recta o ligeramente aguileña. Al verla, Iván se enamora al instante.

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