Bravo Ghost: Lavender (SAGA COD #3)

Capítulo 3 "Mírame a los ojos"

Tenía que verlo todos los días, trabajo con él, no es mi superior inmediato, pero igual es un superior, no hemos tenido misiones a través de la 141, pero cuando tengamos, sé que tendré que trabajar con el codo a codo, y eso me pone de mal humor.

Mi hermana se preocupa en ayudarme a arreglarme, quiere que precisamente él vea “lo que se está perdiendo ”, según palabras propias de mi hermana, y me obliga a llevarle recados del departamento médico para ejercitar mi confianza y que me no me duela tanto verlo.

— Llévale esto al Capitán Riley por favor, dile que son los informes de todos, es lo que pide Laswell para la nueva nómina. — mi hermana me entregaba una carpeta gruesa sobre las manos.

— De acuerdo mi Sargento.— respondía tratando de ser formal, mi hermana también es mi superior.

Ella me sonrió y me indicó que me fuera, caminé por los pasillos de la base para acercarme a la oficina de Simon o para encontrarlo en algún lado.

Había llorado tanto la noche anterior así que estaba afónica, el pecho me dolía, ni siquiera he desayunado, pero debo aparentar que estoy bien.

Me acerqué a la puerta, parece que alguien está dentro por el movimiento que se escucha desde afuera, toqué un par de veces.

— Entre... — me ordenaba la voz grave y arrolladora de Simon.

Entré en la oficina, las manos me temblaban, él me observaba como si nada y yo sentía que estaba a punto de desmayarme.

Posicioné mi mano sobre mi frente en señal de saludo formal, erguí mi espalda y junté mis pies, trataba de ver al infinito.

— Capitán, aquí la Sargento Zanetti le envía los informes de los reclutas que ha pedido la señorita Laswell. — informé cómo podía sin elevar mi voz, aunque por el lugar pequeño no era necesario.

— Mmm, po lo sobre el escritorio, ahora lo reviso. — me respondió sin verme a los ojos, al parecer se encuentra muy ocupado encargándose de otros papeles.

— Me retiro entonces. — informé dando media vuelta y tomando el picaporte entre mis manos.

— Espera Silvia... — Simon llamaba mi atención.

Giré hecha un manojo de nervios, mi respiración se entrecortaba, sentía las manos heladas.

— ¿Sí? — interrogué atenta.

Riley me observaba de arriba a abajo, no sé cómo lo hace, yo ni siquiera soy capaz de mantener el contacto visual con él en este momento.

— Nada...

Me sentía en la necesidad de decirle algo, para mantener la vista y el respeto, así que tomé calor y expresé lo que quería decirle.

— Le pido por favor me llame por mi distinción Capitán.

— Tienes razón soldado.

— Ahora, me retiro, buena jornada.

Cumplí con el recado de mi hermana, caminé por los pasillos de la base hasta volver a encontrarme a mi hermana, se supone que hoy tendríamos entrenamiento a campo abierto en el patio.

Me integré con mis demás compañeros para recibir el entrenamiento, el sol era fuerte, el asfalto se había calentado suficiente como para emanar humo y hacer que la visión al fondo se distorsionara por las ondas de calor.

Formamos una fila, yo veía al frente igual que todos los demás, mi hermana pasó por al frente de cada uno de nosotros con las manos juntas detrás de su espalda para indicarnos las instrucciones.