Bravo Ghost: Lavender (SAGA COD #3)

Capítulo 21 "Assassination Run"

Dormí horas, abría los ojos de vez en cuando, viendo el cabello rubio de Silvia enredándose en mi cara, perfumado con flores de lavanda, y su respiración dulce contra mi rostro, y volvía a cerrar los ojos.

Ella se aferraba a mi agarre, abrazaba mi espalda y juntaba su nariz a la mía, me daba cosquillas...

Me sentía preparado, la quería, quería estar con ella, masajeaba su cintura, deslizando mis manos hacia arriba y cerrando mis manos sobre sus pechos pequeños, ella empezaba poco a poco a retorcerse dentro de mis brazos, besé su cuello y suspiraba cerca de su oído para estimularla.

Introduje mis manos dentro de su camiseta, bordeé su cuerpo hasta llegar a su espalda desabroché su sujetador, y acariciaba sus pechos desnudos.

Juntaba mis caderas contra ella, masajeando mi bulto creciente dentro de los pantalones de mi pijama, ella subió su pierna a la mía y se acercaba a mi, aún con los ojos cerrados.

Llevé mis manos a sus pantalones, los quité luego de unos segundos de dificultades, los arrojé al suelo, masajeaba su entrada sobre su ropa interior, ella murmuraba, ahogando gemidos tímidos.

Deslicé mi mano dentro de sus bragas, encontrando su entrada humedecida y suave, acariciaba su exterior viéndola a la cara, ella mordía sus labios pero seguía sin abrir los ojos, sé que está despierta.

Jugaba con mis dedos dentro de ella, luego acerqué mi mano a sus labios haciendo que probara de su propio néctar, ella aceptó, lamiendo la punta de mis dedos.

Introducía mis dedos dentro de sus bragas, en el borde cerca de sus caderas, ella alzaba su cuerpo para ayudarme a quitarlas, pero me dí cuenta que quería que permanecieran ahí.

Hice a un lado sus bragas con mis dedos, tomé mi miembro que poco a poco goteaba desde su punta y lo fui acercando a su entrada, con suavidad, entré en ella, haciendo que Silvia gimiera sobre mi.

Besé sus labios con cuidado, acariciaba su cabello y la abrazaba contra mi, haciendo que mi miembro entrara por completo dentro de ella.

Respiraba agitado, movía las caderas haciendo mi mejor intento por hacer que ella disfrutara, lo hacia lento y profundo, poco a poco, masajeando sus pechos.

Estaba muy mojado, me deslizaba dentro de ella, sonábamos muy húmedos uno contra el otro, mi vientre se había empapado del néctar de Silvia.

Ella me acariciaba el cabello, acercaba su rostro al mío y rozaba su nariz con la mía, juntando nuestras frentes en el proceso.

Enterraba mi rostro en en su hombro, y abraza a su espalda, no podía soportarlo más, y gemí en su oído.

Llevé mis manos a su sexo, estimulándolo con mis dedos sin dejar de penetrarla, el orgasmo solo con penetraciones no existe, así que es mejor ayudarla.

Silvia hincaba sus uñas en mi espalda, haciéndome sentir feliz.

Tenía que decírselo, tenía que pedirle que se casará conmigo.

— Silvia... — llamé por su nombre.

— Shh... Tranquilo, todo está bien, todo estará bien... — ella me silenciaba con sus besos, interrumpiendo sus palabras con gemidos cálidos.

Tal vez debía esperar un poco, quisiera pedírselo en un momento más adecuado, ahora que está aquí, tengo todo el tiempo del mundo.

Tardé un tiempo en hacer que acabara, ella se aferraba a mi, temblando y suspirando cerca de mi oído, besaba sus labios como si fuese mi último día en este mundo, y terminé dentro de ella minutos después, rodando los ojos y sintiéndome aliviado de tenerla conmigo.