19. Seúl ajeno

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🎶Banda sonora: Wrong directions - Hailee Steinfeld 🎶

Sábado 27 de febrero.

Chan salió junto a Minho de la habitación del hostal con las mascarillas sanitarias puestas. Dieron un rodeo largo sin decir una sola palabra. Caminaron durante diez minutos separándose en algunas calles y volviéndose a juntar en las siguientes.

—Vámonos de aquí —dijo, arrancando el coche cuando Lee se subió a la parte trasera.

—¿Qué opinas de la conversación, sunbaenim? —preguntó el chico tímidamente, sin quitarse la mascarilla ni las gafas sin graduar.

—Creo que están haciéndose los duros. Y que necesitamos más pruebas. Y deja de llamarme "sunbaenim".

No se lo diría a él, pero necesitaban un puto milagro para tumbar a Park Dongyoon. Ese hijo de puta parecía indestructible. Anotó mentalmente la necesidad de hablar con I.N. Se le había ocurrido una posibilidad, pero era tan loca que ni siquiera él creía que fuese a funcionar.

La clave la podría tener el dúo de niñatos más poderoso de Corea. No tenía ni idea de los pormenores de la relación entre el delincuente que iba en el asiento trasero de su coche y esos chicos, pero sabía que el joven Han tenía la suficiente información sobre su padre como para respaldar el testimonio de Minho.

Lo que más miedo le daba, en realidad, era salir perjudicado con todo esto. No le apetecía una mierda convertirse en el puto objetivo de Park Dongyoon. O de su propia familia. Pero se lo debía a I.N.

—Minho, si sales esta noche, por favor, ten mucho cuidado. Lleva una gorra y la mascarilla siempre.

—No tengo pensado salir, hyung.

—Llevas cinco años sin pisar Seúl y, ¿no te apetece ni siquiera dar una vuelta? —Hizo un sonido de negación y Chan sonrió—. Hay algo más.

—Dime...

—Vivo con mi prometida —No pudo ver su cara por el espejo retrovisor porque la llevaba convenientemente tapada—. No quiero malos entendidos con ella. Así que espero que entiendas que la naturaleza de tu estancia en mi casa es secreta. Espero que seas discreto.

—Eh... Sí, claro... —contestó el chico a media voz.

—Taeri es muy buena persona, pero no entiende mucho los detalles de mi trabajo, así que le dije que eres un amigo de la secundaria de uno de mis dongsaeng. Estás en Seúl de paso y necesitas quedarte esta noche en algún sitio. Nos conocemos desde hace años, pero tú has vivido fuera mucho tiempo y estás un poco desubicado.

—Bueno... tampoco hay tantas mentiras... —comentó Minho encogiéndose de hombros.

—Por supuesto que no, la mejor forma de ocultar algo es con la verdad.

Chan respiró hondo, sintiéndose agobiado. Su prometida no era particularmente inteligente y dudaba de que hiciese alguna pregunta comprometida, pero no le apetecía dar demasiadas explicaciones.

De hecho, llevaba tres días demasiado irritable como para dar ninguna explicación. Todo en lo que podía pensar era en plantarse en aquella bonita casa de campo de Gangwon-do y atar a cierto cachorrito malo a la cama para darle su merecido.

Se moría de ganas de preguntar a Minho por la relación entre I.N y el veterinario, pero sabía que ese chico triste no diría nada. El cabrón era tan charlatán como una piedra. De hecho, le había impresionado el aguante que había tenido en la reunión.

Su amigo de la fiscalía no era un tío fácil. Kim Namjoon podía ser un gilipollas cuando quería y, obviamente, lo había sido con Minho. Si no conseguía las pruebas todo se iría a la mierda y el chico triste tendría que pasar el resto de su vida huyendo o entre rejas.

Estación de lluvias 2: OTOÑO| Minsung | Changlix | HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora