20. Insomnio nocturno

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🎶Banda sonora: Sad forever - Lauv🎶

Martes 2 de marzo.

I.N se acercó para agarrarlo y él intentó arrastrarse lejos, pero sus piernas estaban ancladas al suelo. Sus ojos vacíos lo miraron y parecía tan aterrador que Felix sentía que estaba a punto de orinarse en los pantalones.

Dio un paso más y él gritó sin que ningún sonido abandonara sus labios; su garganta estaba seca y muda. Se agarró los lados de la cabeza cerrando los ojos, pero ese hombre seguía ahí, ante él, preparado para arrancar sus uñas, para cortar sus dedos, para golpear sus articulaciones con un martillo hasta destrozarlas.

Había pensado miles de veces en la cantidad de torturas que I.N podría infringirle para vengarse. Y en todas las ocasiones se preguntó hasta dónde llegaría. ¿Se desmayaría después de que el cuchillo cortase su primera falange? ¿Perdería el conocimiento solo con ver las pinzas metálicas con las que arrancaría sus dientes?

La piel pálida de I.N se veía grisácea con esa luz y no recordaba cómo había llegado a ese lugar lleno de árboles alrededor. ¿Lo habría sacado de la cama en la que se había acostado con Changbin? ¿Estaría Changbin bien?

Trató de moverse, pero sentía que estaba enterrado en un cubo de cemento que se había endurecido. Sus pies estaban pesados y restringidos y por más que trataba de gritar no podía. El pecho de I.N fue de pronto visible ante él y descubrió aterrorizado el agujero enorme y putrefacto que tenía el hombre en el vientre.

Los insectos se movían en la carne abierta que era roja y negra. No podía estar vivo con esa herida en la barriga. No podía seguir vivo cuando Felix había sido el que colocó ese hueco en el medio del hombre.

Los gusanos parecían salir a borbotones del espacio abierto en el abdomen de I.N y caían al suelo a paladas. Felix volvió a tratar de gritar, pero su garganta no emitía ningún sonido y sus piernas no podían moverse. Los inmundos bichos se acercaban a su cuerpo igual que lo hacía el hombre del que salían.

Iba a morir y esos gusanos se comerían su carne en medio del bosque. Y no podía volver a ver a Minho, ni volvería a besar a Changbin, ni conseguiría abrazar a Jisung. I.N sonrió ante él y los dientes parecieron afilados como un animal salvaje. Sus hoyuelos se hundieron en sus mejillas mientras salivaba y los bichos empezaban a subir por sus piernas.

Luchó por huir sacudiéndose, sintiendo el tacto viscoso de los insectos en sus piernas, el hormigueo de saberles caminando por su piel.

—¡Felix! —gritó I.N ante él y lo miró fijamente mientras la piel de su cara se desprendía, descompuesta, y caía con un golpe seco al suelo—. ¡Felix! —El monstruo desollado con los dientes afilados gritó su nombre una vez más.

Cerró los ojos asustado, con la garganta muda y las lágrimas cayendo por su cara. Algo le dio una sacudida violenta de su hombro que lo dejó sin respiración.

—¡Felix!

Abrió los ojos una vez más e inhaló una bocanada de aire tan profunda que sintió sus costillas estirarse. La cara de Changbin, con sus ojos pequeños y su nariz ancha estaba ante él. Los labios rosados y suaves que lo habían besado estaban ahí.

Sintió la mano del hombre sobre su mejilla. Tosió un poco y su garganta soltó un lamento suave que se anticipó al llanto que acabó saliendo de las comisuras de sus ojos. Su corazón todavía latía demasiado rápido y sentía sus manos temblorosas, incapaz de hacer nada más que llorar mientras miraba la cara de su oso incorporado sobre él en la oscuridad.

—Polluelo... —susurró apartando el pelo que se adhería a su frente sudada.

Felix agarró esa mano y la pegó a la piel de su mejilla. Sintió el tacto real, el calor de verdad, no estaba soñando, estaba despierto. Los brazos anchos lo agarraron y lo llevaron sobre su pecho.

Estación de lluvias 2: OTOÑO| Minsung | Changlix | HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora