🎶Banda sonora: Hope - Nathan Wagner🎶
Martes 2 de febrero
Felix se tapó la boca con la mano y arrastró la espalda contra la puerta del baño hasta estar sentado en el suelo.
Apretó su cara en sus rodillas tratando de escuchar si Changbin salía de la habitación contigua o seguía ahí. Las lágrimas volvían a cubrirle la cara y el aliento salía de su garganta en hipidos. Mierda, no quería echarse a llorar otra vez, no después del malditamente fantástico sexo que había tenido tras de mucho tiempo de sequía.
Felix no era ningún santo, nunca lo había sido. No podía mentir y decir que había permanecido fiel a Changbin durante casi cinco años porque nadie lo creería. Pero sí era cierto que sus escarceos amorosos se habían reducido a mínimos, tan mínimos que igual tenía un encuentro casual cada tres o cuatro meses.
¡Con lo que él había sido!
Esas aventuras de una noche repartidas en el tiempo habían sido como masturbarse, solo que con la polla, la boca y el culo de otro en lugar de usar consoladores o su propia mano.
Estos años huyendo habían sido difíciles. Al principio no podía dejar de llorar por la noche. Abrazado al cuerpo de Minho en los huecos que encontraban para dormir en hoteles de bajo presupuesto o simplemente en el coche. Siempre lloraba.
Después de los primeros seis meses, cuando estaban algo más tranquilos, empezaron las pesadillas. Sueños desagradables en los que veía el cuerpo descompuesto de I.N en la tierra mojada por la lluvia. O en los que volvía a dispararle y del orificio en su estómago salían millones de insectos que rodeaban a Felix hasta ahogarlo.
A veces soñaba que se encontraba con Changbin. Esas noches era cuando mejor dormía, pero despertaba siempre sollozando por la pérdida. Aún así, prefería soñar mil veces con ese hombre y despertarse sabiendo que no volvería a verlo a las malditas pesadillas que lo dejaban paralizado.
Había tardado más de un año y medio en volver a tener interés sexual en alguien que no fuera Changbin. Ese día folló con un tío al que conoció en una cafetería en la pequeña habitación que este tenía alquilada. Cuando terminó, se puso la ropa y se marchó sin dejarle su número de teléfono. Había sido parecido todas las veces: encuentros esporádicos en los que no hubiese nada más que condones y lubricante implicados. Todas las veces terminaba saciado, pero despreciándose a sí mismo profundamente.
Había extrañado a Changbin tanto que había sido inevitable buscarle en cada uno de los hombres con los que se acostó. Y, obviamente, no lo había encontrado. Nadie era como él. No existía ni una sola persona en el mundo que se acercara ni a la suela de los zapatos de ese hombre.
No se trataba de algo puramente sexual, aunque eso también era importante. La forma en la que Changbin lo tocaba, la forma en la que lo besaba o lo miraba eran genuinamente suyas. Hacía que Felix se sintiese la cosa más valiosa del universo. Y eso era más de lo que él nunca había soñado con tener.
Y ahora esto...
Seo Changbin acababa de soltar, sin subterfugios, que esa gran casa la había comprado para él. ¿Cómo demonios iba a sobrevivir a esto? ¿Cómo coño iba a ser capaz de hacerle daño de nuevo cuando tuviera que marcharse? ¿Cómo iba a soportar romper otra vez ese corazón que él había vuelto a entregarle en bandeja?
Sabía que tendría que irse. Minho lo presionaría para irse en cuanto lo encontraran y tendría que volver a recoger los cuatro marcos de fotos y su poca ropa en una mochila para marcharse a donde fuera que ordenara.
No quería marcharse, joder, no quería volver a salir de esa habitación decorada en tonos azules y verdes nunca más. Quería quedarse oculto allí, abrazado al cuerpo grande de ese oso, con sus labios y sus manos por todas partes.
ESTÁS LEYENDO
Estación de lluvias 2: OTOÑO| Minsung | Changlix | HyunIn
Fiksi PenggemarEs necesario leer el libro Estación de lluvias: VERANO (En mi perfil) para entender este. --- "Se quedaron en el suelo arrodillados, tres niños perdidos, tres huérfanos devastados. Los tres lloraban con sonidos suaves. Sentía a Changbin apoyado sobr...