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Al girarme encontré la mirada de Bill, sus ojos entrecerrados llenos de emociones. Un repentino sentimiento de culpa me invadió como si hubiese cometido un crimen y debía justificarme. Una tontería debido a que no era así la situación. Sin embargo, Bill esperaba por mi respuesta, así que mi instinto cobró vida. Puse mi mano derecha sobre su pierna, justo en el muslo, brindándole suaves masajes. Bill lo permitió, no obstante, no aparto sus ojos de los míos.

—Cálmate, no hagas ideas falsas en esa cabecita...

—Explícate— urgió Bill.

Rodé los ojos —¿confías en mí?

—Con mi vida— respondió sin dudar.

Un calorcito traicionero llenó mi pecho. Concentrate Tom.

—El sábado pasado mi empleado me pidió un adelanto de su salario, eso fue todo— expliqué mientras daba suaves apretones en su muslo.

—¿Y porque dice qué te ‘aprecia’ mucho?— insistió en un tono bajo, haciendo una fuerte entonación en ‘aprecia’ ronco y malhumorado.

—Era de noche, él lucia muy mal, Bill. Me ha dicho que su madre está enferma y se que con su habitual salario no podría comprar los suficientes medicamentos, por eso le agregué un par de billetes más. Solo me he preocupado un poco— dije pensativo.

—Él parece ser algo más que un empleado si te preocupa.

—No me preocupa como tú crees.

—¿Ah, no?— preguntó Bill cortante.

—Solo estaba haciendo algo bueno, simplemente sentí empatía por él y la situación de su madre, pensé en la mía y quise ayudarle, eso es todo— señalé mirando a Bill.

Mi precioso posó los ojos en los míos durante unos largos segundos luego los dirigió a la bolsa en mis manos que contenía los pastelillos. Bill bufó.

—Un empleado. Sí, claro. Él parecía un colegial enamorado todo sonrojado trayéndote un regalito— dijo sarcásticamente sin apartar su mirada de la bolsa.

Cerré los ojos apretándolos. Empezaba a sentirme exasperado por su comportamiento.

Respira Tom.

—Estoy de acuerdo, no fue correcto que él viniese a pedir autorización para algo, y mucho menos a traerme ‘regalitos’ ¿bien?— pregunté abriendo los ojos y suspirando.

De repente los ojos de Bill se abrieron, un pensamiento llegando —El sábado... ¿esa fue la razón por la cual no contestaste mis llamadas?

Oh, oh.

—No...

Bill apretó los labios, tratando de soportar su temperamento para esto sus ojos me taladraron. Arrebató la bolsa que yo sostenía al mismo tiempo que sujetaba mi brazo izquierdo, tiró la bolsa al suelo  y me arrastró con él.

Estoy en una desconocida situación. Mi mente es incapaz de procesar cómo reaccionar. Bill me ha traído a mi habitación a jalones, mi habitación es enorme, sin embargo Bill y su delgada y alta presencia lo ha reducido a uno pequeño y sofocante. Mi cuerpo es empujado contra la puerta cuando está se cierra de un portazo todo esto en segundos.

Bill me mira intensamente y sé que debería escapar, el problema es que no tengo idea de a dónde. Los labios de mi novio se apoderan de los míos, y abro los ojos sorprendido, de todas las cosas en el mundo...

Entonces mis manos reaccionan abrazándole con fuerza, bajando hasta su respingado trasero y apretujando sus nalgas con intensidad, me dejo llevar por el dulce sabor de su boca y por la manera salvaje en la que devora y chupa mi labio inferior. Así por largos minutos y mis pulmones pedían oxígeno. Bill se aleja unos centímetros solo para sujetar mis muñecas con sus manos, y las sube sobre mi cabeza dejándome inmovilizado. Y vuelve a besarme, sus labios son suaves y tibios y el sentimiento de reclamo está en el aire, su torso tibio se pega totalmente al mío evitando que escape.

Mierda, mierda ¿cómo puede ser más fuerte?

Estoy teniendo una lucha interna, se supone que comeriamos, y tampoco esperaba que su actitud fuese tan posesiva ~aunque yo soy peor, pero ese no es el punto~ Bill parece una de esas chicas tóxicas, las cuales, si el novio se retrasa por dos minutos ya se imaginan que les engañaba con otra. Sé que debo apartar a Bill de mi porque el muy tonto no está pensando con raciocinio, pero... joder, mi cuerpo traicionero se está frotando contra el de Bill. Mi pene contra su entrepierna semi dura se friccionan de manera intensa y salvaje. Al no tener escapatoria de la persona que hace días había extrañado, solo accedo. Mi boca abriéndose en un beso que pretendía castigar convirtiéndose en algo más calmado y suave,  Bill ha sentido como dejó de luchar y su cuerpo solo se mantiene cerca del mío.

Mi cerebro se apaga. Y el más primitivo sentimiento se apodera de ambos, nuestras bocas se han extrañado, por lo tanto, lo demuestran. Bill sujeta con una de sus manos mis muñecas mientras que su mano libre la coloca sobre mis pantalones, jadeo al sentir sus uñas tantear justo sobre mi polla por encima de la tela, me acerco todo lo que es humanamente posible a él, deseando sentir aún más su mano allí, en ese lugar tan placentero como sus masajes adictivos. Su tibio torso se siente ahora sofocante contra él mío. Los labios de Bill han torturado tanto los míos en un beso intenso que ahora se sienten hinchados, y la mano de Bill solo recorre una y otra vez mi pene, masturbándome sobre la tela.

Bill besa uno, dos, tres veces mis labios antes de susurrar sobre estos.

—No vuelvas a ignorarme por alguien más.

¿Qué?

Mi cerebro se siente fuera de esta órbita. Abro los ojos, y lo miró percatándome que Bill me mira ahora un poco más calmado, sus ojos se ven tranquilos e incluso divertidos. Entonces la consciencia regresa, y lo fulmino con la mirada.

—No vuelvas a hacer algo así— replico.

Bill me libera, y deslizo mis brazos que se sienten un poco fríos por estar levantados sin poder moverse. Ambos nos miramos desafiantes.

—Te extrañé, y tu andabas haciéndote el bueno con otro.

—Esas son tus ideas, te he explicado y ese chico luce bastante desamparado si me preguntas— respondí sin ganas.

Bill frunce el ceño.

—¿Y qué tiene que ver contigo lo que suceda con él?

Suspiré.

—Cierto, yo no tengo emociones ni sentimientos.

—No quise decir eso. Tom, por favor...— suplicó Bill, colocó su cabeza sobre mi hombro, tratando de disculparse sin tener que decir mucho.

—Olvídalo, ya has hecho tu escena, ¿podemos comer? Muero de hambre— dije al final. En realidad, moría de hambre. De comida, por supuesto. Aunque ahora tuviese un semi problema entre mis piernas, pero ya después haré que Bill lo resuelva, después de todo, él comenzó.

Bill asintió.

—Te extrañe— repitió besando mi frente.

Lo miré un momento. Bill no es irracional, tampoco es una persona codependiente. Puedo comprender el sentimiento de extrañar a alguien, descubrir que estuvo viéndose con alguien más sin que hayan hecho nada, los celos son algo que quema, aunque trates de evitarlo. Y, sobre todo, es mi culpa que Bill se sienta tan inseguro. De todas las ocasiones en que él puede demostrarme lo mucho que me ama, yo solamente lo demostraré una vez, y muy sutilmente.

—También te extrañe, Billie.

La mirada de Bill cambia, la oscuridad retrocediendo y entonces me regala la sonrisa que adorna su rostro todo el tiempo haciéndolo ver radiante. El amor es de dos personas, se debe cuidar o de otro modo la mente de la segunda persona viaja por lugares vagos provocando tinieblas donde siempre debe haber felicidad.

~ • • ~

Nota: espero que les haya gustado el cap, creo que Tom y Bill están teniendo dificultades para comunicar su amor así que Bill esta siendo todo toquetón, con una pequeña escena de celos, JAJA, en fin Xoxo!

𝐃𝐄𝐁𝐈𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora