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Cuatro años después...

—¡No! Quiero que los globos formen el rostro de un maldito Alien, ¡¿No entendéis o qué?

Estoy ofuscado, veo como las inservibles chicas event planners, hacían todo lo contrario a lo que yo les decía. Maldición, hoy es el cumpleaños número 25 de Bill, él se encontraba en un viaje a Berlín por una sección de fotos que tendría ~es un gran modelo y varías empresas le contrataban~ pero regresaba hoy, y quería tenerle una fiesta sorpresa. Sin embargo, las tontas chicas hacen todo mal, todo horroroso. Recuerdo, que una vez Bill me mencionó que siempre soñó con tener un cumpleaños con temática Alien, y ¿qué mejor regalo de mi parte que eso?

Pero todo estaba yendo fatal.

—¡No quiero nada rosa!— grité con furia, quería tomarme de los pelos y jalonearme a mi mismo, maldición, esto es un completo dolor de cabeza.

—Ya Tom, tranquilo...— musitó Andreas riendo mientras inflaba un globo con la boca, ¡qué poco higiénico! —todo está quedando bien...

Bien... ¿Bien?... ¡¿Bien?!

Frunzo el ceño y me cruzo de brazos —Esta quedando horrible, no es para nada lo que tenía planeado...— me quejé.

—Calma amigo— interrumpe Georg, está sentado en el sofá bebiendo de una lata de cerveza —estoy seguro que esto le encantará...

—¿Y si no es así...?— refunfuño arrugando la nariz —Quiero que Bill se lleve una gran sorpresa...

—Sí, ya... lo has dicho miles de veces— musitó Gustav rodando los ojos —pero, sería mejor si en lugar de gritarles, hablaras con más calma... joder, ni yo logro entender que es lo que quieres realmente.

Respiro profundamente...

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—Escuchadme, esta fiesta es muy especial para Bill, y quiero que sea perfecta...— musite juntando mis dedos sobre mi pecho —La temática es, Alien, porque desde pequeño ha sido su sueño. Quiero que la fiesta se sienta como un auténtico viaje al espacio— chasqueo la lengua —Imaginaros luces neón verdes y moradas que simulen un ambiente extraterrestre, con decoraciones que recuerden a un paisaje alienígena. Me encantaría ver estrellas brillantes colgando del techo y, si es posible, algunos planetas hechos de papel maché para dar esa sensación de estar en otro mundo.

Ellas asienten lentamente...

—También sería genial incluir algunos elementos icónicos de las películas. Podríamos tener naves espaciales como decoración central y, si se puede, algunos carteles o imágenes de extraterrestres simpáticos repartidos por el lugar— digo con determinación —Pero quiero evitar que se vea demasiado infantil; y no nos olvidemos de la música: algo que evoque esa atmósfera espacial sería perfecto.

—haremos lo que nos pide, señor Kaulitz— responde una de la veintidós chicas.

He rentado un gran salón de fiestas, es gigante a decir verdad y temo qué el tiempo no alcance. Lo quiero todo listo antes de que Bill llegue porque Susanne, la novia y prometida de Georg, se encargará de traerlo aquí.

Sé que piensa que me he olvidado de su cumpleaños porque, a decir verdad no le he enviado mensaje felicitandole y los mensajes que le he respondido, lo hago de manera indiferente, quiero que crea que no recuerdo su cumpleaños para que la sorpresa sea perfecta, y quién sabe, tal vez me gane un beso en los labios o quizás más...

~ • • ~

El tiempo ha pasado muy rápido, sin darme cuenta ya son las cinco de la tarde y las chicas aún cuelgan las estrellas en el techo. Mis amigos han ayudado con algunas decoraciones. Ellas ya tenían listas las cosas con temática Alien como les había pedido y eso nos facilito un poco el trabajo, incluso yo me he puesto a ayudarles.

𝐃𝐄𝐁𝐈𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora