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Su camiseta cae a algún rincón de la habitación.

Mis manos se aferran a su cintura mientras estampo mis labios contra los suyos, le beso con intensidad, con ganas, saboreando el dulce sabor de su boca, sus tibios y suaves labios moviéndose al compás de los míos, encajando a la perfección. Acorralo su cuerpo contra la pared, y meto una de mis manos dentro de sus pantalones.

—Oh, joder...— gime contra mis labios cuando mis dedos se cierran sobre la base de su pene precionando levemente su polla dura, hinchada y caliente.

Comienzo a masturbarlo moviendo mi mano de arriba hacia abajo con rapidez mientras mi lengua indaga en su cavidad bucal con descaro, nuestras lenguas se rozan cada que él abre la boca para gemir, aprovecho para profundizar y la mano que aún aferro en su cintura baja a una de sus nalgas para apretujar sobre la tela.

—Mmm, oh ¡Sí!— me separo de sus labios para verle, sus ojos aún siguen cerrados y su cabeza se inclina levemente hacia atrás —Ooh, ¡Aaham!— su respiración entrecortada, sus ruidosos gemidos, su expresión demostrando el placer que siente solo me incita a masturbarlo con más intensidad, no dejo de mirarle en ningún momento, muerde su labio inferior con suavidad aferrándose aún más a mi cuello —Dios mío, Mmm....— abre sus ojos levemente y me mira esbozando una pequeño sonrisa —aah...— gime con parsimonia.

—¿Quieres que siga, billie?

—¡Sí! ¡Sí, joder... ni siquiera pienses en detenerte...— su voz ahogada mi hace reír levemente, beso sus labios y con un movimiento ágil hago que su cuerpo gire y su trasero choque contra mi pelvis, sin dejar de masturbarlo me deshago de sus pantalones los cuales caen a sus pies y Bill se encarga de patalear para deshacerse de ellos. Tomo mi propia erección y comienzo a masturbarme rápidamente sin descuidar a mi novio —Mmm, tommie... sí, sigue...

Acelero los movimientos en su pene y Bill cierra sus ojos apretado de ellos —¿Listo..?— pregunto situándo la punta de mi miembro en su entrada haciendo presión levemente.

—¡Entra ya..!— de una sola estocada logro entrar en él, Bill se tensa y aprieta sus puños tras jadear por la sorpresa, beso su espalda con suavidad compensando por haber sido brusco y cuando lo siento tranquilizarse comienzo a moverme lentamente, mi pene es aprisionado por sus paredes internas, es tanta su estrechez que mi polla se siente ahogada pero disfruto de la sensación —Uhg...— gime mi novio —más... más rápido, Tom...— río, no por su petición sino por el tono de voz que empleó, como si le faltara el aire y eso solo me excitó aún más, comienzo a embestirlo con rapidez, mis manos vuelven a tomarlo de la cintura y las penetraciones se vuelven más intensas y profundas —Oh, sí sí... joder, Mmm...

Sonrío levemente —Mmm, sí...— gemí bajito, se sentía tan bien estar dentro de él, ser el causante de su respiración entrecortada, de sus gemidos, de que se pierda en el placer —Oh, Billie...— muerdo mi labio inferior yendo más profundo, y se que he llegado a ese punto sensible cuando siento como sus piernas flaquean y gime sonoramente pidiéndome más y más.

—Mmm, si, ahí Tom... ¡Ahí, ahh!

—Ah, ah...— el sonido de nuestras pieles chocando es gratificante, es lo único que se oye en el silencio de la habitación, nuestros gemidos, respiración agitada y los golpes de nuestras pieles incluyendo el sonido húmedo de mi polla entrando en su interior —...Bill, Mmm...

—Tommie, siento que voy a... correrme— salgo de su interior y lo llevó a la cama, su cuerpo cae encima de las sedosas mantas y me posiciono entre sus piernas, entro en él con facilidad y comienzo a embestirle con más profundidad —Uh, huh joder...— gime entre dientes, veo como toma su pene y comienza a masturbarse, una vista increíble para mí, ver como de deshace en gemidos y como parece atragantarse con su propia saliva, el sudor en su piel y mechones de su cabello pegados a su frente, en este momento ya nada importa.

𝐃𝐄𝐁𝐈𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora