Inesperadamente, tú +18 ✔️

•19: El amor de tu vida, (Parte I) •

Nota: ⚠️ A partir de este capítulo comienzan algunas escenas que guardarán relación con el primer libro de esta historia, la cual es "Piel con piel" así que si quieren evitar spoilers o quieren comprender un poco más y no han leído la primera parte ¡vayan a leerla! La pueden encontrar en mi perfil. Sin embargo, si no quieren leerla no es necesario para comprender lo que sucederá en esta historia. Sin más que agregar, disfruten el capítulo.

Santiago pov

—¡Quién diría que el famosísimo Santiago Villalba cumpliría un año de relación con una mujer!—Dice Adrien, al entrar a mi oficina—Creí que no viviría para presenciar esto.

—Debo reconocer que yo también estoy bastante sorprendido—comento, entre risas.

—Te has lucido con ese ramo de flores gigante en el cubículo de Marianne. Las chicas no dejan de comentar que desean tanto ser ella.

—Es lo menos que se merece, ella... es muy especial para mí.

—¿Tanto como para hacerla tu esposa?

—Te he dicho un millón de veces que eso no es para mí. Pero últimamente... lo he considerado una opción.

—¡Lo escucho y no lo creo! ¿De verdad?—pregunta, sorprendido.

—Si, aunque debo confesar que estoy aterrado. Hay algo sobre mi pasado que... que yo nunca le he contado a nadie.

—Te escucho—dice, con el ceño fruncido.

—Hace un par de años yo... estuve por casarme. Pero todo salió mal, realmente mal. Aquella chica que amé algún día estaba enamorada de alguien más, y jamás pudo olvidarlo. Me esforcé, realmente me esforcé porque Noelle me amara como yo la amaba, hice cosas que jamás había hecho por nadie, en pocas palabras, fue la primera vez que me enamoré de verdad, renuncié a todo por ella, y ¿sabes? No le fue suficiente. A la primera oportunidad que tuvo se largo con ese tipo, y tú dirías, "tenías que haberla entendido, era el amor de su vida" "estaba enamorada" pero ella también era el amor de mi vida, también estaba enamorado, y no le bastó. Huyó, justamente el día de nuestra boda—me cuesta pronunciar las últimas palabras, pero siento un enorme alivio al por fin podérselo contar a alguien.

Adrien solo me observa con atención, confuso, pues supongo que no sabe qué decir.

—Yo... no tenía idea—dice, titubeando—Aunque ahora puedo entenderte mejor.

—Es por eso que estoy aterrado. Tengo miedo de que suceda una vez más. Dios, me muero por pasar el resto de mis días con Marianne, no me imagino la vida sin ella, pero tengo miedo de que la historia se repita, tengo miedo de entregar todo de mí y que no sea suficiente.

—Debes de tener la certeza de que eso no pasará, Marianne está completamente enamorada de ti. La vida requiere tomar riesgos, y no quiero que te sientas presionado por mí ni por nadie, pero si tú te sientes listo para dar ese paso, sabes que cuentas con mi apoyo para todo lo que necesites.

(...)

Marianne Pov

Llevo un par de semanas notando extraño a Santiago, como si quisiera decirme algo, pero no encontrara las palabras adecuadas.

Intento entenderlo, algunas veces llega a ser demasiado misterioso, y supongo que me he acostumbrado.

La rutina de nuestra relación no ha cambiado mucho, algunas veces me quedo a dormir en su departamento, salimos a cenar, pasamos tiempo juntos, y hemos tenido de pronto alguna que otra discusión, pero nada que no se pueda arreglar.