• 16: Siempre a mi lado •

648 43 1
                                    

Marianne Pov

—¡No puedo creerlo!—tiro un grito, y de inmediato Santiago entra en la habitación a toda prisa.

—¡¿Que pasa?!—dice alterado.—¿Estás bien?

—¡Mi hermana menor va a casarse dentro de un mes!—le digo, exaltada—¡Acaba de llamarme para darme la noticia!

—Wow—responde—Esas son... grandes noticas.

—¡Claro que lo son!—le digo—tengo tantas cosas que preparar, primero viajar a Denver, organizar su despedida de soltera, ayudarla a conseguir el vestido perfecto, quiero que todo salga como alguna vez lo soñamos como cuando éramos niñas.

—Pero ¿no es algo joven para casarse?

—Alyah tiene 23, y lleva cinco años de relación con Robert, y créeme que se aman demasiado. Están listos para dar este gran paso. Yo estaba pensando en... si ¿te gustaría venir conmigo?—le pregunto, acercándome a su cuerpo y rodeándolo con sus hombros—realmente me gustaría que estuvieras ahí.

—Me agradaría... pero sabes que no puedo descuidar el trabajo.

—Solo serían un par de días, incluso podemos invitar a Adrien y a Leah—Insisto.

—Marianne, he dicho que no.

Mi rostro cambia, realmente esperaba que esta vez accediera a visitar la ciudad donde nací y viví 25 años de mi vida, pero justo como todo el tiempo, se ha negado ha hacerlo.

—Yo...—titubeo—está bien—finjo una sonrisa—entiendo que el trabajo es importante. Yo estaré bien.

Le doy un beso en los labios y sale a toda prisa de la habitación, dispuesto a irse a la oficina. El resto del día me la paso en la oficina realmente entusiasmada con la idea de ver a mi hermana vestida de blanco, y recuerdo que cuando éramos niñas juramos que nos casaríamos en una boda doble. Sin querer río al recordar aquel momento junto a ella, haciendo nuestra promesa con el dedo meñique en la casita del árbol. Salgo de mi cubículo directo a recepción (donde Leah ha conseguido trabajo) y le comparto las buenas noticias y está tan emocionada como yo.

Aparece Adrien en recepción, y nuestras voces de entusiasmo captan su atención.

—¿Se puede saber que las tiene tan felices?—Cuestiona, acercándose al escritorio de recepción.

—¡Mi hermana se casará dentro de un mes! ¡Y obviamente estás invitado a la boda en Denver!

—¡Me encantaría!—Responde Adrien, sorprendido—Sería un honor para mí estar ahí, siempre he querido conocer Denver. Ademas, puede ser un buen momento para que tu organices todo con tu hermana y Santiago y yo salgamos a explorar la ciudad un poco.

—Creo que eso no será posible—comento—Santiago no vendrá—le dedico media sonrisa.

—¿Qué? ¿Por qué?—pregunta, con el ceño fruncido.

—Me ha dicho que tiene mucho trabajo y no puede descuidarlo, pero sé que es una excusa para no ir.

—No entiendo porque se niega a ir, el trabajo nunca ha sido una excusa para cuando sale de viaje.

—Tú y yo sabemos la razón. Es simple.

—¿Qué quieres decir?

—Que es evidente que el ir conmigo y conocer a mi familia es mucho compromiso para él.

—Tal vez son ideas tuyas—argumenta Leah—sabemos que Santiago es un hombre muy ocupado, y sus socios suelen ser muy exigentes algunas veces.

—En parte tienes razón—respondo—pero no es la primera vez que evade el tema cada que le propongo conocer a mi familia. Y claramente, no quiero que se sienta presionado, sólo me gustaría que las personas a quienes más amo en la vida pudieran conocerse, y llevarse bien.

Inesperadamente, tú +18 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora