Santiago Pov
Durante la semana recibí la llamada de una importante ejecutiva, dispuesta a negociar el que hiciéramos la publicidad de una de las compañías de autos más lujosos del mundo.
Si este negocio se concretaba, estoy seguro de que la empresa se beneficiaría de una manera increíble. Sin embargo, por motivos de salud no pudo presentarse el día de hoy, y en cambio enviará a su representante para hablarme sobre el tipo de fotografías que quieren para la publicidad de su agencia.
Leah me informa que la chica ha llegado, así que decido ir al ascensor para encontrarla. Y quedó atónito al ver de quien se trata.
Por un momento creo que es mi mente, que me está haciendo una mala jugada por todo el estrés que tengo acumulado. Y es que, por más que he intentando, no encuentro el momento oportuno para decirle a Marianne lo que siento, que quiero que sea mi esposa. Y esa situación me tiene la cabeza hecha un lío.
Tallo mis ojos, creyendo que se trata de una confusión, pero sé que es real cuando se acerca a mí y compruebo que se trata de Noelle Miller, mi exnovia.
—Estoy tan feliz de verte de nuevo—dice, en cuanto sale del ascensor—¡Qué pequeño es el mundo! ¿No crees?
—¿Qué haces aquí?—cuestiono—No tienes nada que hacer aquí, no eres bienvenida.
—Pero que grosero, Santiago. ¿Qué te han hecho estos últimos años?
—Te voy a pedir de la manera más atenta que por favor salgas de mi empresa.
—No. Hasta que logremos concretar ese negocio. No me iré con las manos vacías.
—Supongo que no tomaré la oferta.
—Pues sería una pena, porque está siendo mucho dinero en juego. Pero bueno... tú decides.
Me quedo pensativo. Y debo admitir que tiene razón, aunque a la empresa familiar no le falta nada, últimamente hemos presentado algunas crisis, y un negocio como este la beneficiaria en muchos aspectos.
Así que aunque no me agrada para nada la idea de tenerla cerca, accedo a escuchar su propuesta y la dirijo a mi oficina.
Observo el cubículo vacío de Marianne, esta mañana la he enviado a tomar unas fotografías para adelantar algunos trabajos que están atrasados y supongo que no ha llegado a la empresa.
—Y cuéntame, ¿qué ha sido de tu vida?—cuestiona Noelle. Una vez que está sentada en la silla frente a mi escritorio.
—Prefiero no hablar de mi vida privada y centrarme sólo en lo laboral. Así que por favor, muéstrame el contrato.
—Te has vuelto demasiado mandón—comenta—aunque debo admitir que me gusta esta nueva faceta tuya.
—¿Tienes el contrato o no?—reclamo.
—Aquí tienes—dice, sacando el contrato de su bolso—Léelo con cautela y si tienes dudas, con gusto lo aclaro—dice, mientras observa sus uñas.
Noto como capta su atención la pequeña caja de rojo terciopelo en mi escritorio, que estúpidamente me olvidé de guardar.
—Así que vas a casarte—menciona, con una sonrisa, toma la caja sin permiso, y la abre. Observando el anillo con un diamante en medio—¿Y se puede saber quién es la afortunada?
—No es algo que te interese, y tampoco es algo que yo quiera compartir contigo. Así que por favor, devuélveme eso—digo, quitando mi vista del contrato y centrándola en ella, y extendiendo mi mano para que me devolviera el anillo.
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Inesperadamente, tú +18 ✔️
RomansaMarianne es una chica extrovertida, un huracán de emociones, con una enorme pasión por la fotografía. ¿Su defecto? Ser algo impulsiva. Santiago solía ser un joven amable, cariñoso, expresivo. Pero cuando la mujer que amó lo deja prácticamente plant...