Rewrite The "STARS"

Capitulo. 11. 𝑶𝒏𝒆 𝑲𝒊𝒔𝒔

Siempre hay una primera vez para todo, y puede sonar emocionante cuando estamos a punto de realizar una nueva actividad, experimentar emociones desconocidas, enamorarnos o cualquier otra cosa que se nos pase por la cabeza, incluso admirar a alguien. La primera vez que alguien recibe un beso. Ya sea bueno o malo, incluso si ese detalle te hace levantar la pierna para tener un momento mágico y el mundo pare. Pero esto no es una burbuja de ilusión donde algo positivo podría pasar, donde las mejores fantasías se te van a cumplir, porque nada de eso ocurriría. Este es el mundo real, donde cada momento queda grabado en la memoria de las personas hasta que lo olvides y das una vuelta para volver a recordar como una anécdota graciosamente divertida. Pero con la sinceridad con la que alguien puede aguardar en el interior, es que estás sufriendo por aquello.

Joy solo podía observar cómo su hermana se divertía con sus amigos mientras la miraba sentada en la banqueta. Tal vez no era buena idea usar vestidos que se podían elevar, pero mandaba al diablo esos pensamientos porque amaba cómo los vestidos seguían el viento al dar una pirueta en patines y caer con gracia. Era un arte que podía ser mal visto por otros, porque sus cabezas ya estaban huecas de malos pensamientos, era horrible ser alguien que no quería ser el centro de atención y lo y terminaba por serlo. Mientras tanto, otro destello fugaz apareció en su cabeza, como si fuera un proyector a punto de mostrar la mejor película de la noche que fue la mejor parte 
 de su vida cuando besó esos labios ajenos. Un sonrojo se notó en sus mejillas mientras se abrazaba las piernas, pensando más en ello. Sus manos tocaron sus labios, imaginando cómo sería un beso frente a frente. Tal vez Anger tendría que estar sobre sus pies para alcanzarla y poder juntar sus labios siendo ambos consientes. ¿Cómo es que estaba pensando en aquello de alguien que apenas conocía?

El hombre fue claro cuando le había propuesto ser su esposa, una esposa que tal vez no cruzaría el año o incluso el mes. Toda aquella negatividad en su cabeza y sus labios siendo tocados por sus dedos, que recorrieron su cabeza donde un "te quiero" resonaba. ¿Ese hombre ya la conocía? O, mejor dicho, ¿se conocían antes?

Si era así, ¿por qué no lo recuerda más allá del día del accidente del café? Sus pensamientos eran confusos mientras seguía recordando aquellos, sus labios tan... Y tan solo pensar que antes se estaban peleando. Que rara manera de. No olviden eso. 

Mientras que Riley, desde lejos, observaba a su hermana con una expresión de preocupación en su rostro, nunca había notado a su hermana mayor a su mejor ejemplo hacer las cosas que ahora estaba cuestionando como actos buenos o simplemente actos infantiles, sí. su hermana era una adulta con títulos, era una maestra que apenas empezaba a ejercer y que se dedicaba a entrenar a su equipo, era el mayor ejemplo que podía seguir, pero ahora solo se detenía a cuestionarla desde aquella noche. Aún estaba ese chillido de "Mamá". Sus amigos Jordán y Valentina notaron la mirada inquieta de Riley y trataron de disuadirla, no querían ver otro show como el de la mañana, había planes estaban para disfrutar y no para contemplar una pelea de nuevo o que la chica rubia volviera angustiarse por aquello, si Joy ahora estaba feliz por tener a alguien, pues... Bien por ella.

—Déjala, Riley —dijo Jordán, poniendo una mano en su hombro—. Tal vez Joy necesita un momento para ella misma, además se ve feliz.

—Sí, tal vez está pensando en algo importante o en alguien importante —añadió Valentina, intentando dar ambiente, pero su cara de alegría se borró cuando vio como la rubia la miraba con algo de incomodidad. 

Pero Riley hizo oídos sordos, quitando la mano de su amigo, bueno su novio a este punto apartándose de ellos. Con una mezcla de determinación y preocupación, se dirigió hacia su hermana mayor. Cuando llegó a su lado, se agachó para mirarla a los ojos, conectando al instante haciendo que la mayor se dejara de abrazar a sí misma, solo parpadeo varias veces hasta que la mirada de la menor la detuvo cuando se puso seria.