Capitulo 7. ❝𝑺𝒊𝒈𝒐 𝑨𝒒𝒖í❞

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 Para alguien que amaba los vehículos, odiaba los paparazzi y los estúpidos destellos de sus cámaras. Incluso si le ofrecieran modelar la ropa de Cruella o de Edna Moda, se negaría rotundamente. Después de que Joy renunció como su asesora de vestimenta debido a las constantes molestias que causaba Gaston para que lo ayudara a salir con la bibliotecaria, él simplemente se hartó y la dejó ir. Si le pedía ayuda a su novia, ella solo le diría: "Usa lo que más te gusta, cariño". Y si le pedía ayuda a su mejor amigo, este tendría sugerencias muy fuera de lo usual. Por eso y más, quería evitar todo aquello.

Estaba frustrado. Si no fuera por su padre, no estaría ahí parado frente a la casa de su amiga, la única que lo conocía perfectamente. Necesitaba a su antigua asesora de moda, mientras la nueva era despedida. Claro, la chica era una buena bailarina, y una noche su padre lo invitó a uno de sus eventos de ballet. Quedó sorprendido por la belleza de aquel arte. Desde entonces, siempre va a verlos, disfrutando de los recitales de ballet desde las sombras.

—Hola, disculpe, ¿de casualidad conoce a la chica de aquí? Se llama Joy Andersen. Soy su amigo.

Saludó a la pareja al lado, quienes se miraron entre sí. La chica baja se quitó el sombrero que la protegía del brillante sol del verano, y su esposo se acercó a ella, mirando al joven a su lado.

—Oh, sí, es nuestra vecina. La verdad, no la hemos visto desde ayer. Seguramente está con sus padres —contestó la mujer de coletas caídas, examinando al hombre de arriba a abajo con una mirada de inspección hasta que pudo analizarlo detenidamente. —De casualidad, ¿usted no es...?

La chica quedó callada cuando el rubio asintió, queriendo pasar desapercibido.

—Sí, lo soy, pero ahora solo soy un simple chico en busca de una vieja amiga. — Sonrió el rubio mirando a la pareja. 

Dio las gracias a la pareja quien le proporcionaron el número de su amiga, cual llamo, pero algo extraño sonó detrás para darle la dirección donde se encontraba siendo una mujer demasiado para el con ese tipo de voz que estaba acostumbrando. Mientras conducía, McQueen no podía evitar que su mente divagara hacia recuerdos que intentaba mantener a raya. Joy. Esa chica llena de vida, cuyo solo nombre parecía encapsular su esencia. Joy siempre había tenido una habilidad única para iluminar los días más oscuros con su presencia y si caro, incluso alguien como Cruella DeVill aquella mujer que solo vivía del "Yo". Recordaba cómo, con su energía y sonrisa, lograba animar a todos a su alrededor, incluso en los momentos más difíciles, incluso si no debía y se entendía perfectamente el porqué de la situación. 

La imagen de Joy el día del accidente se proyectaba en su mente como una película que no podía detener era difícil negar ese dia . Era la chica de cabellos largos con la brillante sonrisa del sol y "dios" esa chica era perfecta a los ojos de cualquiera que la mirara, ¿pero él?, el solo miraba a la chica como una amiga, que un día había cortado en un acto de renovación personal. La noticia del accidente había llegado como un golpe al estómago. Joy había sido atropellada después de dejar el lugar, en un estado de confusión y adrenalina. Su padre le había contado que, por la adrenalina en su sistema, había seguido de pie, moviéndose como si no hubiera sentido el impacto inicial. No solo estaba en un estado de confusión sino a todo aquel que le llagara la noticia.

El recuerdo de verla en el hospital, desorientada y adolorida, era uno de los momentos más duros que había presenciado. Su padre le había dado luz verde para visitarla, pero McQueen no estaba preparado para lo que encontró. Joy, con aquel respirador y los ojos llenos de preguntas, había sido un golpe devastador. La peor parte había llegado más tarde, cuando le informaron que el accidente la había dejado infértil. Un sueño destrozado en un solo instante.

Apretó el volante mientras recordaba la escena con su padre. Cuando salió del cuarto ahí estaba lista para llevarla.  McQueen antes de dejarlo que se la llevara, su corazón se hundió para cuando su padre con la voz más seria le explico. 

Rewrite The "STARS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora