𝑹𝒆𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆 𝑻𝒉𝒆 𝑺𝑻𝑨𝑹𝑺

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Unos meses atrás antes de todo: 

La rutina matutina de Anger se había vuelto un desfile de responsabilidades impuestas por su hermana mayor. Desde que ella decidió que sería "el adulto responsable", su vida había adquirido un nuevo nivel de tedio. Ahora, sus días comenzaban temprano, llevándose a su sobrina de un lado a otro, llevándola a sus clases de ballet, interrumpiendo sus propias reuniones y ocupaciones solo para cumplir con una tarea que su hermana no parecía interesada en realizar. Y realmente, odiaba ese lado de ella, había prometido que sus sentimientos no llegaran a la más joven de la familia, incluso llego a compárala con su propio padre, hombre de pocos pantalones. 

La escuela de ballet era uno de esos lugares que le provocaban una mezcla de irritación y desconcierto. Era grande, llena de niños cuyos padres presumían de sus supuestos talentos y eso era realmente fastidioso nadie era especial, incluso él. Anger los veía como una bola de mocosos mimados. Y mientras su sobrina, una niña delgada y frágil, intentaba llevar a cuestas una mochila que claramente le quedaba grande, él se distraía mirando las notificaciones de su teléfono, pensando en la junta importante que tenía esa misma mañana.

—Que te diviertas, pitufina —murmuró distraído, sin levantar la vista del móvil. Para él, esa tarea estaba cumplida; había dejado a la niña en la puerta, listo para seguir con su día, con su propia vida fuera de lo ajeno. 

Pero cuando apenas había dado media vuelta para irse, sintió un tirón firme en el brazo. Giró sorprendido y se encontró con una figura conocida: Joy, la maestra de ballet de su sobrina, con su distintivo cabello azul. Tenía una sonrisa, pero sus ojos hablaban de algo muy diferente, como si estuviera a punto de darle una lección.

—¿Qué cree que está haciendo? —preguntó, su tono calmado, pero con un filo que no podía ignorar.

Anger, molesto por la intervención, la miró de reojo y soltó un resoplido, realmente lo desconcertaba remarcándola que era una mujer que lo molestaba y consideraba alguien gritona... eso era lo que salía a la superficie, porque al fondo estaba gritando de una manera que necesitaba controlar. 

—Dejando a mi sobrina en su clase, como todos los días ¿Que no lo ves? —respondió, intentando sonar despreocupado.

Joy, con los brazos cruzados, lo inspeccionó como si tratara de descifrar si todo aquello era una broma. Sus ojos pasaron de él a la mochila inmensa de la niña, y luego de vuelta a su rostro.

—Llegaron tarde —dijo, manteniendo su calma, pero con un toque de irritación—. Otra vez.

Anger se encogió de hombros, restándole importancia.

—Es solo una clase de verano. No creo que sea tan grave —respondió, sin pensar en las implicaciones. Podría morir por dentro por estar frente de ella, pero realmente no tenía tiempo para seguir con una conversación que no estaba interesado, tenía que irse, tenía cosas más importantes que cualquier cosa era aquella casa que aún no era dejada de todo, si continuaban de esa manera, seguramente aquel hombre rosado de sonrisa falsa con amabilidad haría el trabajo de la manera más cruel. 

Joy dejó escapar un suspiro profundo, un gesto que Anger no pudo ignorar. Sabía que la paciencia de ella, aunque notable, tenía un límite, y sentía que lo estaba rozando. Aunque lo que realmente lo inquietaba no era solo el hecho de que Joy estuviera perdiendo la paciencia, sino que, en el fondo, Anger sabía que tenía razón, pero no exactamente por qué. Mientras que su sobrina por un lado luchaba por mantenerse feliz y él estaba luchando por mantenerse al día, y era evidente que esos retrasos no la estaban ayudando.

Y dejando eso de lado con su compresión interna su instinto defensivo seguía poniéndose en medio. No podía dejar de reaccionar como si Joy lo estuviera atacando directamente, aunque en el fondo entendía que la situación no se trataba solo de él. Había algo más grande que estaba ignorando: la felicidad de su sobrina. Y Envy por otro lado estaba luchando sus propias peleas que no quería compartir él como se sentía, era como si en este momento pudiera hacer algo importante y simplemente quedaría sin las luces de su familia. 

Rewrite The "STARS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora