Pronto.
Una palabra tan pequeña y corta que para los demás podría no tener un significado consciente o convincente, y Anger tampoco sabía por dónde empezar para convencer a Joy, además sabía perfectamente que podría rechazarlo y mandar todo por la borda del barco. Incluso cuando fue a una tienda a admirar aquellas sortijas de compromiso, ni siquiera la piedra preciosa en forma de estrella que parecía opacar a las demás logró darle claridad. En estas circunstancias, solo podía pensar en cómo lidiar con el desastre que había comenzado en una sola noche, una noche marcada por las palabras rabiosas durante una cena familiar que aún le causaban calambres cada vez que recordaba los inventos de Joy. No solo irradiaba alegría, sino también una lluvia de ideas imaginativas. La chica lo traía loco... Pero no loco por ella si no por sus ocurrencias.
Era un chico con poca paciencia, alguien que pierde el control fácilmente, pero incluso entre los más famosos dichos estaba esa significativa reflexión: "para cada roto hay un descosido". Joy era una parte fundamental de su vida, la reina que defendía al rey en el juego del ajedrez, una mujer con sueños y metas. ¿Acaso Joy tenía algo que no pudiera cumplir? Lo dudaba. Ante la duda, Anger no debería ver un significado colectivo al cual no llegaría. A este paso, sabía que tenía que desviar su atención de lo que ahora tenía que ocurrir.
Fuera lejos de ahí o cerca, amaba esa estrella, la estrella que ya había viajado por toda la galaxia para encontrar al asteroide rodeado de fuego. Eran como dos entidades distintas coexistiendo en el mismo plano. No sabía cómo describirlo, pero sentía que estaba en un espectáculo a punto de crear la mejor escena de romance, balanceándose de un lado a otro hasta chocar uno con el otro. Cada pensamiento que tenía interrumpía el ritmo de su corazón, y sus mejillas se teñían de un intenso rojo jazmín. Si fuera alguien capaz de liberar fuego, seguramente la tienda comercial estaría en llamas por el intenso calor de sus emociones, sobre todo el estaría liberado de todos estrese que la situación le estaba alcanzado. Seguramente era un plan de Mufasa al saber la mentira que causo, para subir de puesto, pero claramente no subiría antes de pagar la mentira y antes de que Scar le sacara lo que tenía que sacarle, solo muerto podría llegar hacerlo. Y ciertamente esperaba que eso no ocurriera, porque aún tenía tantas cosas que le daban por hacer.
Mientras miraba las vitrinas, su vista ya estaba fija en un anillo en particular. Pero la duda seguía acechando. Era como recordar si ella lo amara, claro que no, él lo sabía perfectamente.
—¿Necesita ayuda en algo, señor? —preguntó una amable señora de edad avanzada, con una sonrisa radiante.
—Yo... yo no... —titubeó Anger, aferrándose a su portafolio como si fuera su escudo. La decisión parecía pesar tanto como sus pensamientos.
—Veo que le tiene el ojo puesto a uno. ¿Le gustaría verlo? —ofreció la señora, detectando su nerviosismo.
Anger asintió lentamente, pero en su mente, las preguntas seguían sin respuesta: ¿Era el momento correcto? ¿Estaba preparado para dar ese paso? ¿Era este anillo el que podría simbolizar todo lo que sentía por Joy? Claro que no. Sabía, por la mirada de Joy, que esa expresión no le pertenecía. Ella no estaba enamorada de él, sino de su viejo yo, aquel que pasaba el tiempo enojado, serio y deseando que todos a su alrededor se callaran. No soportaba a las personas que lo rodeaban, odiaba a cada una de ellas, odiaba cuando hablaban a sus espaldas, y las burlas innecesarias que solo servían para el deleite de los demás.
A estas alturas, parecía la típica situación de cine romántico que Joy solía ver cuando estaba aburrida o planeando sus clases. Todo había escalado al punto de no poder detenerlo, porque hacerlo significaría perderla de nuevo. Ese viejo amargado de su ser, el pequeño rojizo de corbata en forma de ladrillo que dibujaba de niño, lo controlaba... lo hacía amargo como el chocolate.
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Rewrite The "STARS"
FanficEl dibujo le pertenece a : X Twitter : POIKOO @POIKOO_ Joy es una joven y exitosa maestra de ballet, amada y querida por sus alumnos. Su vida está llena de retos y desafíos, y ella siempre busca lo emocionante en cada día. Su mayor tesoro es su dulc...