ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 17. ʙᴀᴊᴏ ᴅᴇʟ ᴍᴀʀ

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Después de los sucesos de la pizzería. 

—Sí, sí tuve un novio o algo parecido —dijo Joy de repente, rompiendo el silencio.

Anger la miró con una mezcla de sorpresa e interés ante su confesión.

—¿En serio? —preguntó, levantando una ceja con curiosidad.

Joy asintió, con una sonrisa nostálgica en el rostro.

—Al menos en mi imaginación, porque cuando empecé a vivir la vida... me enamoré de un joven que siempre estaba detrás de los libros. —Hizo una pausa mientras trataba de divagar por su mente, buscando esos recuerdos enterrados—. Pero un día... ya no recuerdo bien, mis padres empezaron a ir por mí, porque teníamos que ir a terapia, pero...

Anger se quedó inmóvil, preguntándose si ella lo recordaba. Había una pequeña chispa de esperanza en su interior.

—Pero, no recuerdo cómo luce, solo recuerdo que se escondía en un libro de leyes —continuó Joy, mirando a Anger con seriedad, como si fuera completamente sincera en sus palabras.

Anger sintió un leve estremecimiento al escucharla. Aunque ella no recordaba los detalles, había algo en sus palabras que le daba una extraña sensación de conexión, como si compartieran un pasado olvidado.

Desde esa noche, Anger se sentía atormentado por la mirada de la chica que se enamoró de él cuando era solo un joven universitario. En aquellos días, su paciencia se veía constantemente puesta a prueba, y su temperamento se desbordaba con facilidad. Era conocido por gritar y golpear cosas cuando se sentía frustrado por las preguntas que consideraba estúpidas o ilógicas, aún recuerda como estuvo a punto de golpear alguien hasta quedar sin aliento ¿Era tan temperamental? ¿Aún lo es? La gente nunca sabía cuándo detenerse y seguía haciendo preguntas sin sentido, como si no comprendieran lo evidente o se deleitaran en conversaciones interminables sobre temas triviales. Nunca entendió aquello, y aunque lo intentara, las preguntas más absurdas seguían girando en su mente.

Bueno últimamente ha estado tranquilo y eso porque se la pasa encerrado en su oficina para no encontrarse aquella delgada chica de columnas griegas que cuando sale de ahí, la chica nunca ha estado a un paso de acercarse a él, si no estar encima de él y eso, claro que no le agrada para nada. Era mejor estar encerrado a la espera de la comida que ahora podía ser llagada hasta su oficina, agradecía al cielo porque su restaurante favorito "Ratatouille" tuviera aquella disponibilidad. 

Ante toda la reflexión, sobre todo, Anger comenzó a darse cuenta de que su vida estaba tomando un rumbo inesperado, como si estuviera formando una nueva familia. Cuando visitaba a sus hermanos, sentía que su antigua casa ya no le pertenecía, como si ya no encajara en ella. ¿Era posible sentir que tu hogar ya no era tu hogar simplemente porque no vivías allí?

Desde que comenzó a quedarse con Joy, la chica de ojos zafiro, muchas cosas han estado dando vueltas en su cabeza. Riley los visitaba con frecuencia, saludándolo como si fueran familia, y Envy, a veces, llamaba a Joy "mamá". ¿Era normal que una niña tan pequeña desarrollara un apego tan fuerte? Anger se preguntaba si su vida estaba cambiando de formas que nunca había imaginado, creando vínculos que le resultaban tan desconcertantes como reconfortantes. Incluso Sadness se lo recalcaba o se lo hacía saber con una sonrisa tímida acerca que ya no era el mismo, eso lo estaba enloqueciendo. 
Dejó a un lado su trabajo y miró su celular, donde podía ver una foto que siempre lo hacía sonreír. Era extraño cómo alguien con un humor de mil demonios podía parecer un tonto orgulloso al ver a sus "hijas" y "esposa" en la pantalla. Claro, todo era una farsa para mantener una apariencia en la empresa, una estrategia para regresar a la vida de la chica de cabello azul. Al final no se lo pensó mucho, no pensó como podía estarlo afectado emocionalmente.  

Rewrite The "STARS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora