Simulador de citas.

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—En realidad yo creo que todos en este salón han tenido por lo menos una cita alguna vez... —susurró Adrien —, creo que soy el único que jamás...

—No tienes que decir esas cosas, Adrien, recuerda lo que hablamos antes —Félix lo interrumpió para que no pudiera terminar esa oración. Adrien solo asintió —. Además, estoy seguro de que muchos en este salón jamás han tenido una cita.

A Félix particularmente no le agradaba Nino, le parecía un chico bastante odioso y seguramente alguien como él jamás habría salido con alguien, aunque pensaba lo mismo de Kim, ¿quién podría soportar a un deportista como él? Y ni hablar de esa engreída de Chloé, es insoportable y bueno, seguramente Marinette tampoco tenía citas, por su condición.

Adrien y Félix eran los chicos nuevos del salón. Chloé había sido la primera en acercarse a ellos, porque ambos eran personas de renombre, importantes. Adrien se sentía muy feliz de poder estudiar en un colegio normal, como cualquier adolescente. Félix sentía todo lo contrario, había sido obligado por su madre. Incluso tenía que vivir en la Mansión, junto a Adrien y a Gabriel, su querido y respetado tío.

Para Félix todo ese curso era bastante aburrido, no había nada interesante. Tenía que estar pendiente de su primo, porque su madre le había pedido ayudarlo a encajar, no quería que este solo y triste. Por eso se había sentado con él.

—¿Quieres tener novia o quieres tener amigos? —le preguntó Félix mirándolo fijamente mientras alzaba una de sus cejas.

—¿No se puede tener ambos?

Félix se sintió tentado a golpear su frente, sabía que su primo era inocente, pero no sabía que tan inocente era.

La campana sonó, Adrien se asustó un poco debido al ruido, fue bastante fuerte.

—Significa que puedes ir al patio —le informó Félix. Adrien asintió, intentaba entender, solo que era un poco complicado —. Sal, camina, yo te sigo enseguida.

Adrien salió de modo tímido.

Félix comenzó a guardar sus pertenencias lentamente, no quería salir. De pronto se topó con su libro y decidió leer un rato, Adrien podría cuidarse solo, era un adolescente no un niño.

—Yo no soy un niñero... —susurró Félix.

*

La azabache se había sentado al lado de Alya, ambas habían conversado y habían congeniado bien, ambas pensaron que la otra era simpática. Solo que en el momento del recreo, Marinette prefirió quedarse en la sala, no tenía ganas de salir. Alya salió, por eso se despidieron.

Marinette se iba a recriminar, se supone que quería tener amigos y prefirió quedarse sola en la sala en el recreo, había perdido una gran oportunidad para conversar, es solo que sus inseguridades atacan y... pensar en temas de conversación era difícil.

De pronto escuchó una exclamación y no pudo evitar soltar un ruido de sorpresa, se sintió como una tonta, eso bastó para que ese chico rubio de semblante serio se diera vuelta y le dirigiera una mirada. Ambos se observaron, ella lo miraba con miedo, él con algo de molestia.

Félix suspiró.

—¿Necesitas ayuda? —le preguntó con un tono de voz serio. Ella lo miró perpleja, ¿ayuda con qué? —, ¿necesitas ayuda para salir al patio? —repitió su pregunta.

Marinette observó su bastón y entendió mejor esa pregunta, a veces olvidaba que lo tenía, era una tonta.

—No, gracias —su voz sonó tan baja, cada vez que hablaba con personas nuevas sonaba de ese modo —. Me gusta quedarme en la sala en los recreos, por eso estoy aquí —explicó.

—Bueno, yo hago lo mismo, no me gusta estar con otras personas —respondió para después darle la espalda a la azabache.

—No te preocupes, yo soy invisible... —susurró ella.

La historia de su vida era que nadie le prestaba atención nunca. A veces podía charlar en clase, cuando alguien le dirigía la palabra o cuando los profesores la incluían en los grupos. Así era su vida. Por eso estaba acostumbrada a que nadie le preste atención.

—No creo que seas invisible... —susurró Félix. Y de pronto, fue como su una ampolleta invisible se encendiera en su cabeza: Adrien quería tener amigas, esa chica era solitaria, quizás los dos podrían llevarse bien, solo era cosa de unirlos y listo. Aunque... sacar tema de conversación con Adrien era difícil.

¿Valdría la pena hablar con esa chica para que sea amiga de Adrien? Bien...

Félix decidió dedicar ese recreo a su libro y en el próximo recreo le hablaría para conocerla mejor.

Cuando el recreo terminó, Adrien entró acompañado de Nino y cuando notó que su primo estuvo a solas con esa chica, se sorprendió.

—¿Estuviste a solas con ella? —Félix asintió, eso había sucedido —, ¿técnicamente tuviste una cita, primo?

—¡Adrien! —Félix golpeó su frente ante esa pregunta —, una cita es algo completamente distinto.

—En una cita estas a solas con una chica.

—Sí, pero conversas con ella, no es simplemente estar solos en el mismo salón —explicó Félix —. Creo que te falta mucho por aprender aún.

—Sí, Adrien es como un bebé, pero uno tierno —dijo Nino sentándose frente a ambos —. Hola, soy Nino —se presentó.

—Genial... —aparentemente Adrien se había hecho amigo del tonto de Nino y ahora ese chico pensaba que tenía el derecho a hablarle. ¡Ay, Dios! ¿El día podría ir mejor?

Aún consideraba su plan.

—Chloé cree que me puede humillar solo por ser la chica nueva, le respondí y se enojó.

—Ten cuidado con ella, Alya —el tono de voz de Marinette demostraba algo de miedo, Alya estaba tan enojada que no lo notó.

—No le tengo miedo a una rubia engreída.

Marinette sí y bastante. Pero prefirió no decir nada, lo mejor que podía hacer era salir con ella al patio en el siguiente recreo con tal de defenderla, Alya era buena y no merecía sufrir bullying.

¿Nuevo calendario Felinette? Sip. Les dije que quería escribir más sobre este ship y bueno, a ustedes les gustó la temática de Marinette con muleta, por eso retomé el AU, solo que con las palabras del calendario Adrinette, jeje.

¡Comenzamos una nueva aventura! :3

PD: veré si puedo escribir la historia de Emma, me entusiasma muchísimo. ❤

Mes Felinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora