—Me parece totalmente ridículo que pienses que algún día Ladybug te prestará atención gracias a ese ridículo blog que tienes —le dijo Chloé a Alya. Alya rodó los ojos.
—Claro, como tú eres súper fan de Ladybug.
Marinette soltó una risa suave, apenas perceptible. Félix sí la escuchó, pero porque estaba pendiente de ella, no lo podía evitar.
«¿Chloé fan de Ladybug?» eso sí que era una tontería. Chloé solo se admiraba a sí misma.
—Para que sepas, Ladybug y yo nos conocemos bien —Marinette abrió mucho sus ojos ante esa declaración. Chloé sonreía ampliamente, era una sonrisa de orgullo y satisfacción —. Ella me conoce, todos en París lo hacen y sabe que soy increíble.
El ceño de Marinette se frunció automáticamente. ¿Por qué Chloé mentía de ese modo? Eso no tenía sentido. Esa chica solo quería mentir para llamar la atención. La azabache no pudo evitar sentir rabia. Además, Chloé odia a Marinette, pero... ¿Admira a Ladybug? Eso es realmente irónico.
Ella no se daba cuenta, pero alguien estaba pendiente de todas sus reacciones.
—Ladybug jamás sería amiga de alguien como tú.
—¿Y de alguien como tú sí? Créeme, hay más posibilidades de que yo la conozca a que tú lo hagas —declaró la rubia y después de eso, simplemente se fue a su lugar.
Marinette no quería que Alya fuera akumatizada, por eso la tranquilizó, es lo que una amiga haría.
—No le hagas caso, ella solo intenta llamar la atención, quiere ser más popular y lo intenta mintiendo.
—Debo admitir que me duele un poco que pueda ser cierto.
—No es cierto —aseguró, aunque se dio cuenta de que no debió haber hablado de ese modo, ella debía mantener su identidad en secreto —. Además, creo que Ladybug no puede tener amistades, al menos no como superheroína.
*
—¡Estuviste en el museo con ella y le gustó! —exclamó Adrien —, ¿Qué más pruebas necesitas para entender que es ideal para ti?
—Es cierto, yo no iría al museo con una chica, por mucho que me guste —dijo Nino.
—Es solo que... ella es tímida, podría asustarse.
Félix quería declarar sus sentimientos porque sentía que era correspondido, pero aún había dos cosas que lo detenían: él era un sentiser, tener que explicarle eso a Marinette no era algo tan sencillo. Además de eso, es un superhéroe. Mantener una identidad secreta no es tan fácil, ¿Y si en medio de una cita se tiene que ir? Hay muchas cosas que tener en cuenta.
—Yo creo que tú eres el que tiene miedo —respondió Adrien en modo retador —. Si alguna vez me llegase a gustar una chica, yo se lo diría.
—Te tomaré la palabra —Adrien asintió, estaba seguro de que era capaz de hacerlo, solo que todavía no llegaba la chica adecuada para él.
La conversación continuó por un rato.
—¿Qué te pareció la clase de hoy? —le preguntó Félix a la azabache.
—Creo que estuvo bien, por lo menos avanzamos, porque hay días en los que siento que no hacemos nada.
—Hay días en los que es aburrido venir, tienes razón. Siempre he pensado que hay días más productivos que otros —Marinette asintió, ella pensaba lo mismo.
*
Con el transcurso de los días, la rutina continuaba del mismo modo: Félix y Marinette seguían siendo amigos, aunque cada vez eran más cercanos. Marinette ahora tenía más amigas, las chicas la habían incluido. Y Félix seguía con sus dudas existenciales, incluso había hablado del tema con su mamá para pedirle consejos, porque confiaba mucho en ella y ella era la única que sabía toda su verdad.
Por otro lado, Ladybug y Chat Noir seguían en búsqueda del villano, pero aún no conseguían pistas. Habían intentado buscar alguna pista entre los akumatizados, algo que se repitiera o algo que les dijera algo, pero no llegaban a nada.
*
Una noche, Ladybug bailaba en los tejados y Alya había publicado ese vídeo en su Ladyblog. Cierto chico estaba pendiente del blog y analizaba todo lo que podía, buscaba similitudes, hasta que...
*
—¿Entonces, mañana iremos a la piscina? —a Félix le había costado mucho convencer a la azabache, pero ella había aceptado después de todo, era genial, estarían juntos en un nuevo ambiente.
Después de que la azabache aceptara, Félix se despidió de ella y se fue. Marinette iba a seguir su camino, hasta que se pararon frente a ella.
—Sé tú secreto —declaró Diego mirándola fijamente y manteniendo sus brazos cruzados a la altura de su pecho. Marinette palideció por completo y bajó la mirada, abriendo un poco su boca —. Tú reacción solo confirma lo que ya sabía, tú eres ella, ella eres tú, ambas son la misma.
—¿Cómo lo supiste? Se supone que debía ser un secreto, fallé... —Marinette negó con la cabeza, no podía creer lo que había sucedido, había fallado en su misión.
—Estamos en el patio del colegio, deberíamos hablar en un lugar más privado. Yo vivo bastante lejos de aquí, ¿Qué hay de ti?
—Yo...
¿Iban a estar los dos solos en su casa? ¿Eso estaba bien? Bueno, no tenía muchas opciones.
Ambos caminaron hasta que llegaron a la casa de la azabache, una vez dentro ambos se dirigieron a la cocina y Diego sacó algunas galletas, tenía hambre.
—Vi como reaccionaste cuando Chloé hablaba sobre su supuesta amistad con Ladybug y desde ese momento comencé a sospechar —admitió Diego —. Luego revisé el Ladyblog de Alya y no pude evitar compararlas a ambas, cuando noté que Ladybug bailaba y movía las manos como lo haces tú, todo fue muy obvio.
—Me descubriste... —susurró.
—Sí y debo decir que estoy sorprendido. Siempre pensé que eras una chica tímida y amable, pero saber que eres Ladybug me hace sentir una gran admiración por ti, realmente eres sorprendente, te dije que eres capaz de muchas cosas.
Marinette comenzó a llorar. Diego acarició su espalda, no esperaba esa reacción.
—Descubriste mi secreto, eso significa que fallé, todo debía ser un secreto.
—No fallaste, seguirás siendo Ladybug, solo que ahora tienes un cómplice —le guiñó el ojo —. Sé que no tengo poderes, pero me encantaría poder ayudar en lo que sea y ten en cuenta que guardaré tu secreto —prometió —. La verdad, siempre he sentido envidia de los superhéroes, me parece que son geniales, creo que la vida puede ser bastante aburrida —confesó.
—Ser una superheroína es genial, pero también tiene su lado malo —admitió —. Tienes una gran responsabilidad.
—Es el precio por los poderes —la azabache asintió —. ¿Sabes quién es Chat Noir? —ella enseguida negó con la cabeza —, eso hubiera sido interesante, porque tengo una teoría sobre el villano. Basándome en los libros que he leído, muchas veces los villanos pueden ser familiares de los superhéroes, es un cliché que se repite.
—¿Mi familia? No, eso es imposible —declaró Marinette. Sus padres eran demasiado buenos, jamás sospecharía de ellos.
¡Holis!
Apuesto a qué pensaban que sería una confesión romántica o de identidades, pero... lamento decepcionarlos. Jajaja, esto se me ocurrió de la nada.
Es que Diego está basado en uno de mis compañeros y ese chico ¡quiere saberlo todo! Te pregunta ¡todo! 😓 Pero no es malo, solo curioso. Y ahora que ayudará a Marinette, quizás también la ayuda en lo romántico, jeje.
¡Gracias por leer y por su paciencia! ❤️
El viernes tengo una disertación sobre México en inglés... necesitaba relajarme escribiendo algo. 😖
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Mes Felinette
أدب الهواةSerie de relatos protagonizados por Félix y Marinette. Utilizando el calendario: "Abril Adrinette 2024".