Cama compartida.

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—¿Qué te ha parecido el día hasta ahora? —le preguntó la azabache a Félix, ya estaban juntos en el último recreo antes de la hora de salida.

—Creo que ha sido parecido a los demás días, por lo menos la materia no ha sido tan aburrida —respondió el rubio —. ¿Qué hay de ti? ¿Estás bien? —Félix casi le preguntaba directamente a la azabache: "¿qué se siente estar en un silla de ruedas?", pero pudo morderse la lengua a tiempo.

—Me di cuenta de que cuando estás en una silla de ruedas, los demás te miran mucho —respondió la azabache —. Es un poco incómodo, por eso quería decirte que si no quieres volver a la obra de La Sirenita, lo entiendo... debe ser incómodo que te miren por mí culpa.

—Marinette, a ti te encantó la obra y es obvio que quieres ver el final, vi lo feliz que te veías ayer —respondió el rubio —. Además, quería preguntarte algo: ¿tienes bastones extra en tu casa o algo así? —preguntó el rubio.

—Tengo cuatro, porque uno nunca sabe lo que puede pasar —Félix sonrió, él imaginaba eso, aunque pensó que solo tendría uno extra —. Hay uno en la Panadería de mis padres y uno en mi casa.

—Perfecto.

*

Apenas la última clase inicio, Félix se fue diciendo que iría al baño, de ese modo cruzó la calle y rápidamente llegó a la Panadería de los padres de la azabache.

—¡Félix! —exclamaron ambos. Ambos compartieron una mirada y Sabine se acercó al rubio.

—¿Marinette está bien? Me preocupa ver que vienes aquí sin ella —explicó la mujer.

—Marinette está bien —Sabine suspiró aliviada —. Lamento mucho que ayer se quedara en mi casa, quisimos ver una película y cuando me di cuenta ella se quedó dormida. Fui por mi mamá y ella olvidó su compromiso, es algo olvidadiza.

—No te preocupes, cariño, me doy cuenta de que ustedes son buenas personas y por eso confío en ustedes. Marinette es lo más importante para mí, daría cualquier cosa por ella —la azabache sonrió, sus ojos mantenían un brillo extraño, ¿quizás maternal? Félix no supo identificarlo —. ¿Cómo está ella?

«Ella esta bien, después de todo anoche tuvo cama compartida», pensó Plagg. Esa mujer no estaría tan tranquila si supiera que ambos adolescentes se gustan. El Kwami quiso reír, pero se contuvo porque debía permanecer escondido.

—Resulta que como Marinette te contó, ayer fuimos a ver una obra, pero como hubo una akumatización, cambiaron la obra para hoy —Sabine asintió —. Solo que con todo lo que ocurrió ayer, alguien se robó su bastón. Por eso hoy estuvo en su silla de ruedas.

—¡¿En serio?! Eso me sorprende mucho, ¡ella jamás quiso usarla! ¡le daba mucha vergüenza! —los ojos de la azabache se comenzaron a llenar de lágrimas, se sentía emocionada —, ella ha estado avanzando mucho, me llena de orgullo, tiene más confianza —Sabine secó sus lágrimas —. Gracias por cuidarla, Félix.

—Creo que Marinette merece tener amigos y mientras yo viva seré su amigo —aseguró —. No tiene de qué preocuparse.

—Gracias —Sabine sonrió —. Es un alivio saber que tiene quien la acompañe y cuide en el colegio.

Después de esa conversación, Sabine le entregó el bastón al rubio. Félix se despidió y regresó al colegio, dejo el bastón en secretaría, explicando la situación.

Al final de las clases, Alya, Nino, Adrien y Claude se quedaron cerca de ellos. Félix alzó una de sus cejas.

—Marinette y yo...

—Nosotros también vamos —dijo Nino. Félix lo miró con la boca abierta, queriendo decir algo pero mordiéndose la lengua.

—Marinette me contó sobre la obra de ayer —Marinette bajó la mirada avergonzada y algo asustada, pudo notar el descontento en el rostro del rubio —. Y yo también quería ir, entonces los demás también vendrán.

—Que conste que yo voy para que seamos un número par —aclaró Claude sintiéndose un poco incómodo —. No es que quiera ver una obra sobre sirenas.

Nino se sonrojó, parecía ser que él era el único chico que realmente quería ver esa obra.

—Tampoco es que queramos salir juntos —aclaró Adrien y Claude lo observó atónito, sin poder creer lo que había dicho.

—Alya y yo tampoco salimos juntos —aclaró Nino.

—No tenías que aclarar eso, Nino.

Todos se sintieron incómodos. Adrien propuso que comenzarán a caminar, porque estaban perdiendo el tiempo. Todos comenzaron a caminar, salieron del salón. Félix tomó la silla de Marinette y la llevó con el Director, de ese modo hicieron el cambio.

—Fui a buscar tu bastón.

—Gracias, Félix —Marinette sonrió —. Es mucho más cómodo caminar por tu cuenta.

Después de eso, todos fueron al lugar de la función. Una vez ahí, se encontraron con Diego y su novia, ella tenía el cabello negro y largo, su característica más distintiva eran sus ojos, porque se veían bastante grandes y profundos.

Todos entraron y se sentaron. La obra transcurrió sin grandes contratiempos, todo salió bastante bien. Félix observaba a Marinette, le gustaba ver sus reacciones y como se emocionaba como si fuera una niña.

—¡Es Juleka! —exclamó Alya una vez que la obra terminó —, podríamos invitarla a unirse a nosotros. Como es mi amiga, yo me acercaré.

—Tienes que ver esto —Adrien se acercó a Diego, tenía que mostrarle las fotos de Félix y Marinette en su "cama compartida".

—Estamos cerca de un centro comercial —dijo Claude una vez que todo terminó, incluso las personas comenzaban a levantarse de sus asientos para irse —. ¿Qué les parece si vamos a la zona de juegos y después comemos algo?

Félix tenía planeado llevar a Marinette a un restaurante, la idea de ir a jugar jamás cruzó por su mente, esas cosas no le gustaban mucho.

—¡Sí! ¡Entre más seamos mejor! —exclamó Nino.

—Juleka vendrá con nosotros, aunque también vendrá su hermano —dijo Alya reuniéndose con el resto —. El príncipe Eric es su mellizo, se llama Luka —explicó.

Le contaron el plan a Alya, ella se emocionó.

—¿Qué opinas sobre la idea de ir a los juegos, Marinette? —le preguntó Félix en un susurro.

—Nunca he ido a los juegos antes, quizás...

—Sea buena idea que vayamos juntos —la interrumpió Félix —. Te divertirás, créeme —ni siquiera él sabía de dónde había salido todo eso, era una locura. A veces se desconocía a sí mismo. Realmente las personas te pueden cambiar.

Este capítulo quedo bastante largo, jajaja, ¡Luka llegó a esta historia! ¿Será que hará que Félix se ponga celoso? e.e

Mes Felinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora