Villanos

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—¿Y ahora por qué están discutiendo? —Amelie se acercó a ambos primos y le dedicó una mirada de advertencia a su hijo, lo conocía bien y sabía que podía ser un poco agresivo si se lo proponía.

—Adrien no me deja en paz —respondió Félix mientras rodaba sus ojos —. Cree que si sigue insistiendo haré algo, pero no se da cuenta de que él es el que inventó un problema donde no lo hay —explicó.

—Es que Félix no ve el problema, tía —Adrien suspiró —. Marinette conoció a un chico.

—¡¿Marinette conoció a un chico y tú dices que no hay un problema?! ¡Reacciona, Félix! —exclamó Amelie golpeando el hombro de su hijo —, ella te gusta, no dejes que...

—¡Mamá! —reclamó el rubio. Amelie se calló solo por la mirada que se hijo le dedicó —, Marinette conoció a un chico, pero ese chico ni siquiera estudia con nosotros, no se ven siempre. Además, una chica puede tener amigos, ¡dejen de decir tantas cosas! —y se retiró subiendo a su habitación.

—Definitivamente esta enojado porque sabe que tenemos la razón —Amelie y Adrien asintieron —. Si mi primo no reacciona pronto, alguien le quitará a Marinette.

—Ellos están obsesionados con la idea de que salgas con Marinette —comentó Plagg —. ¿Todos los humanos se comportan así con el tema de las parejas?

—Las madres se emocionan cuando sus hijos se enamoran, porque somos sus "pequeños" y estamos creciendo —Plagg asintió, eso tenía sentido —. En el caso de Adrien, es porque él es todo un romántico —Félix rodó los ojos —. Me preocupa que planee alguna tontería, sus amigos son bastante tontos.

—Mientras él sea inteligente, todo estará bien —Félix asintió, aunque no confiaba mucho en el juicio de su primo —. ¿No crees que tal vez deberías decirle algo a Marinette? Eso facilitaría un poco las cosas.

—No quiero asustarla —admitió.

—¿No quieres asustarla o el asustado eres tú? —Plagg comió un poco de su queso.

—Ella es muy tímida y nunca ha tenido novio, quizás que repentinamente alguien declare sus sentimientos la asuste un poco —explicó Félix —. Estoy esperando el momento adecuado.

—¡Demasiada cursilería para mí! —Plagg fue por más queso, esa conversación comenzaba a asquearlo. Félix solo rodó los ojos, ¿para qué conversaba con él si ni siquiera le interesaba?

*

Durante el patrullaje de esa noche, los superhéroes comenzaron a charlar respecto a algunos villanos que habían enfrentado, estaban buscando pistas para acercarse al gran villano, aquel que ordenaba a todos los demás.

—A veces pienso que solo envía akumatizados y ya, ni siquiera le interesa enviar buenos akumatizados —comentó el felino —. Como el Señor Pichón, ese hombre es un villano débil.

—Es fácil de derrotar, aunque siento pena por ese pobre señor, se cansa rápido.

—Sí, es un gran desgaste físico —ambos asintieron —. ¿Cuál crees tú que es el objetivo de el villano? Sabemos que tenemos poderes increíbles, pero... ¿Qué lo motiva?

—No tenemos ninguna pista, solo peleamos y ya... —Ladybug suspiró —, el otro día pensaba en lo fuertes que somos psicológicamente, porque obviamente nosotros también tenemos problemas y no podemos ser akumatizados, tenemos una gran responsabilidad.

—Tienes razón...

*

Gracias a las palabras que Ladybug pronunció esa noche, Félix se desveló pensando en eso. Él era un chico malhumorado, tenía algunos pensamientos que no eran amables y odiaba muchas cosas. Aún así, su enojo nunca lo hizo candidato para una akumatización. ¿Cómo es que nunca pensó en cuidar sus pensamientos?

*

Chloé vio a Marinette sola y sonrió, intentando acercarse a ella. Félix notó sus intenciones, estaba a punto de acercarse a ella para decirle algunos comentarios, pero no fue necesario. Alya y Alix se acercaron para defender a la azabache.

—Marinette ya no está sola —aclaró Alya con tono serio. Félix pudo ver la sonrisa de la azabache y él también sonrió, ella siempre soñó con tener amigos.

Solo que... las cosas cambiaron un poco, en el recreo se saludaron, pero ella se fue con las chicas, Alya parecía querer sacarla del salón. Félix se quedó solo sentado en su silla. Antes le encantaba estar solo leyendo, ahora extrañaba a Marinette, le encantaba conversar con ella, formaba parte de su rutina. Suspiró.

—Ella merece tener amigas... —susurró.

En ese momento se dio cuenta de que si no fuera por Marinette, él estaría solo siempre. No tiene más amigos, pero a él le gustaba estar solo, no podía quejarse...

*

—¡Para ayudar a Félix haremos que nos akumaticen! —exclamó Nino —, solo necesitamos poderes mágicos, algo así como un rayo de amor o una especie de rayo de la verdad y listo. ¿Lo entienden?

—Pero Nino, los akumatizados son malos —le recordó Adrien.

—¿Y si engañamos al villano? —preguntó Nino —, creo que si controlamos nuestras emociones, podemos usar los poderes para el bien.

—La verdad es que me llama la atención, es una teoría interesante —dijo Diego —. Solo necesitamos a alguien que sea poderoso mentalmente y quizás que se lleve bien con Félix, para no herirlo.

*

—Félix se quedó solo en el salón, chicas... —susurró Marinette.

—Marinette, nosotras somos tus amigas, puedes estar con nosotras —le dijo Alya —. No tienes que sentirte mal por tener amigas.

—Me encanta estar con ustedes, las quiero mucho —las chicas le dijeron lo mismo, sonrientes —. Pero me siento mal sabiendo que él está solo en el salón, le diré que salga, eso me haría sentir mejor —explicó.

—Ella sí que está enamorada de Félix —Rose sonrió emocionada.

—Sí... —a Juleka no le gustaba mucho esa posible relación, porque intuía que a su mellizo le gustaba Marinette, él hablaba mucho sobre ella. No quería que rompan el corazón de Luka.

—Solo es cosa de que uno de los dos de el primer paso.

—¿No quieres salir, Félix?

Félix se giró sorprendido al ver a Marinette en la puerta de la sala.

—Marinette, ¿no estabas con tus amigas?

—Sí, pero vi que te quedaste solo en el salón y me preocupé por ti, por eso vine.

—No tienes que preocuparte por mí, tú...

—No me digas eso —Félix se sorprendió al ser interrumpido por la azabache, ella siempre era tímida y educada, jamás interrumpía a nadie —. Me preocupo por ti, porque fuiste el primer amigo que hice en este colegio, eres la persona que más se preocupa por mí, tú eres especial y no quiero que estés aquí solo. Ven, vamos al patio —Marinette estiró su mano.

Ella misma se sorprendió por su reacción. ¿Desde cuándo ella podía ser tan valiente? Eso era algo completamente nuevo para ella.

Félix tomó su mano. Ella se sonrojó. Él sonrió, ella se veía adorable. Era un momento que se veía muy íntimo, un momento solo de ellos.

Pero no todo puede salir bien siempre...

Mes Felinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora