¿Qué pasaría si...?

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—¡Marinette, cuidado! —Félix rápidamente tomó entre sus brazos a Marinette y esquivando al akumatizado, salió corriendo de la sala cargándola. De todas formas, no fue lo suficientemente rápido y fue afectado por el ataque de ese villano.

—¡Ahora solo podrás decir la verdad, Félix! ¡Quiero que me digas quién te gusta! —exigió el akumatizado sonriendo.

—Eso es fácil, a mí me gusta...

Era como ser un títere, eras manipulado y aunque no quisieras responder, tú boca te obligaba a hablar. Félix estuvo a punto de decir la verdad, pero Marinette le tapó la boca con su mano. Félix la vio y corrió con ella, la dejo en el salón más cercano.

—Marinette —terminó la oración apenas la soltó, aunque la azabache pensó que le quería decir algo —. Quédate aquí, no salgas, no quiero que te pase nada —y se fue corriendo, debía vencer a ese akumatizado.

—Él se preocupa mucho por ti, es muy lindo —dijo Tikki.

—Pero por culpa de esa preocupación fue afectado, ahora solo podrá decir la verdad —Marinette frunció un poco su ceño —. Él siempre es sincero, pero no quiero que se quede así para siempre, ¡debemos salvarlo! —Marinette se transformó, tenía que detener a ese akumatizado.

—Debes tener cuidado, niño, ahora puedes revelar tú identidad —le dijo Plagg.

—No quiero que eso pase, podría ser peligroso. Debo mantenerme callado —Plagg asintió —. Aunque eso no es difícil. Lo bueno es que Ladybug es inteligente, ella sabrá que hacer incluso sin los comentarios.

Chat Noir se transformó, ambos se encontraron en el techo del colegio.

—Ayudé a alguien y yo resulté afectado, ya no puedo mentir y eso podría hacer que revele mi identidad —le contó. Por suerte pudo omitir que ayudó a Marinette, porque eso podría ser una pista sobre su verdadera identidad.

—Descubrir nuestras identidades podría ser riesgoso, más aún si un villano la descubre.

—Yo sé que tú eres inteligente y podrás resolver esto incluso sin mis comentarios. A veces uno se puede comunicar solo con una mirada.

—Eso me da una idea, vamos a tapar tú boca, te comerás tu cola —le guiñó el ojo.

—Eso realmente suena raro, pero confiaré en tu alocado juicio como siempre —Ladybug rió.

*

En el momento en el que Chat Noir descubrió que se trataba de Adrien, se preocupó. Nunca dañaban a los akumatizados, pero era la primera vez que tenía que enfrentarse a alguien tan cercano, a un familiar. No quería herirlo, pero tampoco quería pelear contra él. Estaba en un dilema.

—¡Concéntrate! —le exigió Ladybug.

¿Qué pasaría si dañaba a Adrien incluso sin querer? Tenía miedo, él apreciaba a su primo.

—Recuerda que mi poder arreglar todo, no sé qué te preocupa tanto.

Recordar eso lo calmó, porque era cierto. Sin importar que suceda, el amuleto encantado lo arregla todo. Además, después los akumatizados olvidan todo.

*

Una vez que ganaron, Félix fue por el bastón de Marinette a la sala de clases, por suerte seguía tirado en el suelo. Lo recogió y fue con Marinette, ella seguía en el mismo salón, estaba sentada.

—Gracias por traer mi bastón, comenzaba a pensar que me quedaría aquí toda la tarde... —Marinette suspiró aliviada.

—Noté que tu bastón se había caído y como nadie sabía que estabas aquí, no podía dejarte sola.

—Gracias —Marinette recibió su bastón y se levantó —. ¿Estás bien? Te ves algo preocupado, ¿necesitas que te ayude?

—Estoy algo enojado y preocupado al mismo tiempo. El akumatizado de hoy fue mi primo, Adrien. Intentó entender sus motivos y eso me enoja —le contó —. Es que Adrien es... es un poco inmaduro y cuando tiene planes, no hay como detenerlo.

—Deberías ir a verlo, habla con él, es tu primo.

—Eso haré, pero primero tenía que devolverte tus piernas —Marinette sonrió, ese comentario había sido tierno —. Las clases terminaron por hoy, vamos por nuestras pertenencias y salgamos.

—Claro.

Ambos caminaron hacia el salón de clases, cuando llegaron escucharon algunos gritos.

—¡Sé que quieres saber quién es el villano, pero no puedes tener planes locos! ¡Todo esto es muy arriesgado, Nino! —Alya estaba enojada y gracias a eso gritaba —, tienes que cuidarte. ¡No! Todos ustedes tienen que cuidarse.

—Y tú tienes que dejar de tener ideas locas, algún día te pondrás en un verdadero peligro —le reclamó Claude a Diego, quien solo sonrió como un niño travieso —. ¡Tampoco es para que sonrías! —lo empujó.

—¿Y qué se sintió ser akumatizado? —le preguntó Miguel a Adrien. Todos repitieron su nombre indignados, excepto Nino que tenía la misma duda —, ¿Qué? Es algo que no me ha pasado hasta ahora —se defendió.

—Creo que todos ellos planearon esa akumatización, Félix... —susurró Marinette.

—Ni que lo digas. Son más tontos de lo que creía —Félix rodó los ojos —. No puedo creer que hayan planeado todo esto —Félix entró al salón y todos saltaron, nadie esperaba esa interrupción —. Adrien, ¿qué hubiera pasado si hubieras salido herido o si dañabas a alguien?

—Primo, ¿Qué hubiera pasado si mi plan hubiera funcionado? —le devolvió la jugada mirándolo a él y a Marinette. No perdía la esperanza.

—En realidad el plan fue de todos —Nino se señaló a sí mismo y a Diego. Félix le dedicó una mirada de odio puro, asustándolo —. Mal momento, lo entiendo —se alejó hasta chocar con la pared.

Marinette no comprendía mucho de lo que sucedía, pero si notaba lo enojados que estaban todos. ¿Por qué querían una akumatización? ¿Qué planeaban? Todo eso era bastante raro.

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⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

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