Las cosas marcharon bien desde el día en que Charlie habló conmigo y hasta que ocurrió la primera gran tragedia solo dos meses después.
Nick y Charlie se habían unido bastante y ahora Nick pasaba todo el tiempo con su grupo de amigos. Cada vez su forma de relacionarse era mejor, había más de contacto físico, algunos apretones cariñosos, algunas miradas cómplices e incluso chistes internos que sólo ellos dos entendían.
Charlie solía ir a casa de Nick los fines de semana a jugar con Nellie y pasar el tiempo juntos. Nick acompañaba a Charlie a casa de vez en vez y muchas de esas veces, sus padres lo invitaban a comer. Ahora se tenían confianza, compartían sus gustos, sus temores, incluso esas inseguridades que los aterraban, haciéndolos sentir vulnerables, pero entre ellos, nada de eso importaba porque sabían que estaban en su lugar seguro.Nick también comenzó a unirse más al grupo de amigos de Charlie y aunque a Tao le había costado un poco, ahora eran muy amigos y se hacían bromas todo el tiempo.
Las cosas con Aled eran diferentes, un poco más...intimas, más parecidas a como lo eran con Charlie. Aled miraba a Nick como si fuera el sol mismo, como si no hubiese nada más en el mundo y poco a poco, Nick comenzó a sentirse bien con eso, cada vez lo hacía sentir mejor, pero claro que no lograba desplazar a Charlie de sus pensamientos.
O al menos, así era hasta que ese viernes llegó. Los chicos se encontraban en su mesa habitual fuera del comedor, esperaban a que Charlie saliera del club de matemáticas para ir todos juntos al arcade.
Aled estaba a un lado de Nick y compartían un plato de macarrones con queso que habían comprado minutos antes en el comedor.- No puedes dejar que te siga consintiendo así - dijo Tao cuando Aled le dió una cucharada de macarrones a Nick, directo en la boca.
- ¿Pod que no? - dijo Nick, con la boca medio llena - Me gudsta que me condsienta.
Aled sonrió y le acarició el cabello con cariño.
- No seas envidioso, Tao, también hay para ti - dijo y le acercó la cuchara a la boca. Tao la aceptó frunciendo el ceño.
Charlie llegó corriendo justo cuando Aled le metía a Nick otra cucharada de macarrones a la boca.
Traía las mejillas rojas y se veía tan emocionado que llamó la atención de sus amigos al instante.- Joder, ¡JODER, CHICOS! - dijo el rizado.
Pude sentir que algo saldría mal desde unos minutos antes de que Charlie encontrara las fuerzas para decirlo...y entonces pasó.
- ¡Besé a Lizzie! ¡Y me correspondió! - dijo casi a gritos.
Nick se atragantó con los macarrones y a Aled le tomo medio segundo reaccionar y palmear su espalda para después acercarle su botella de té helado. Tao abrió los ojos con sorpresa y después hubo un silencio incómodo entre los cuatro.
- ¡Wow, Char! ¿Lizzie la del club de ciencias? - dijo Aled entusiasmado, mientras acariciaba la espalda de Nick - ¿Cómo diablos pasó eso?
Tao examinaba la reacción de Nick con ojos entrecerrados, así que no pudo decir más que un "wow" en voz baja. Mientras que Nick miraba a la nada, aún recuperando la respiración, Charlie tenía una enorme sonrisa en el rostro. Tomo asiento a un lado de Tao, aventó su mochila y se dispuso a contar su...increíble aventura.
- Estábamos en el club y gracias a la vida, me tocó hacer equipo con ella - comenzó - Para mí sorpresa, comenzó a hablar conmigo como si fuese lo único en el mundo, luego comenzó a acariciar mis rizos, ¡JAMÁS HABÍA ACARICIADO MI CABELLO! - gritó - Y obviamente yo me moría. Luego tuvimos que concentrarnos en la práctica pero, al salir, nos quedamos en el pasillo y la sentía tan cerca que apenas podía respirar, pero entonces ella me miró con sus preciosos ojos cafés y pensé "vamos, es ahora" y pues...¡La besé! ¡Y ella, en lugar de alejarse, se acercó y y y tomó mi mano! ¡Vamos a salir el sábado! ¡Estoy alucinando!
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Destiny (Heartstopper AU)
FanfictionEl hilo rojo del destino ha unido a Nick y Charlie vida tras vida, pero...¿Qué pasaría si el destino quisiera hacerles una mala jugada? Nick recuerda a Charlie cuando vuelve a encontrarlo, pero Charlie no quiere tener nada que ver con él. ¿Podrá la...