Destiny (Heartstopper AU)

⭐ Seventeen ⭐ S2

Nick salió de su habitación al día siguiente bastante cabizbajo. La habitación de Charlie tenía la puerta abierta de par en par, la cama estaba hecha y aún se sentía una estela de su perfume en el aire, pero él ya no estaba ahí, pese a que habían acordado asistir juntos a la universidad para que Charlie pudiera hacer su cambio de carrera a distancia, a presencial.
Le resultaba triste pensar en cuanto podían cambiar los planes en una sola noche, en un momento tan efímero.

En la mesa del comedor se encontró con Aled, que le regaló una preciosa sonrisa con un bigote de leche. Nick se acercó a él, lo abrazó por los hombros y le dió un dulce beso en la coronilla.
Aled le contó que, efectivamente, Charlie se había ido más temprano, junto a Tao, para realizar el trámite que tenía pendiente y, por supuesto, Nick no pudo evitar sentirse un poco herido a la par de culpable.
Nick aprovechó ese momento a solas con Aled para contarle todo lo que había sucedido la noche anterior, desde la cena con Jeff hasta la discusión con Charlie, omitiendo las partes delicadas que no le correspondía contar y Aled casi sentía que el ojo le brincaba de coraje.

- ¿Cómo se te ocurrió llevar a Charlie con Jeff, sabiendo que lo detesta? - inquirió Aled, molesto - Tienes suerte de que haya quedado solo en roces verbales y no en golpes. No vuelvas a exponer a Charlie de esa manera, Nick.

- No lo pensé - dijo Nick, cabizbajo - Parece que no pienso mucho cuando Jeff me...pide algo. Charlie piensa eso también.

Aled tragó saliva y giró la cabeza hacia la puerta de entrada, como si quisiera huir antes de confesar, pero ya era momento. Nick era demasiado importante como para dejar pasar su preocupación.

- Todos los pensamos, Nicky - dijo y miró a Nick con calma - No solo lo pensamos, nos damos cuenta de ello. Jeff tiene total control sobre ti y...no sé, has...perdido tu esencia - suspiró y tomo la mano de Nick - No es fácil para nadie decirle a un amigo que esta atrapado en una relación tóxica, pero lo estás, Nicky y debes salir de ahí antes de que las cosas empeoren. Estamos contigo para apoyarte.

Nick no pudo responder, sus pensamientos se habían quedado atorados en alguna parte de las oraciones "has perdido tu escencia" y "relación tóxica".
Sabía que las cosas con Jeff no eran del todo convencionales, pero...¿Tóxicas? No estaba seguro de si llegaban hasta ese puesto.
Tomaron el desayuno en silencio y después se dirigieron al campus, Nick quiso buscar a Charlie, ir a las oficinas de servicios estudiantiles y esperar hasta verlo salir, pero no tuvo el valor, así que se despidió de Aled y fue directo a su edificio.
Ninguno de los cuatro compartían carrera, así que estaban en edificios diferentes y difícilmente se veían en alguna clase, pero Tao, Aled y Nick siempre se encontraban a la hora del almuerzo para tomar algo en la cafetería.
Nick mantenía la esperanza de que Charlie se hubiera quedado a pasar el día en la universidad y de que lo vería en la cafetería, pero no fue así. Tao llegó solo y Nick no pudo evitar sentir un ligero toque de decepción en el pecho, que desapareció en cuanto Tao les contó que Charlie había logrado hacer su cambio y que podría comenzar con las clases presenciales al día siguiente, Aled y él se alegraron. Por fin estaban cumpliendo su sueño de estudiar y vivir juntos, como habían querido desde hace unos años atrás.

- ¿Y por qué no se quedó desde hoy? - preguntó Nick, distraídamente, fingiendo indiferencia.

- Dijo que no había dormido mucho, que necesitaba descansar, así que se fue a casa.

Nick asintió y supo en ese momento que había tomado una decisión. Aled pudo notarlo también y aunque no dijo nada, negó con la cabeza con aire divertido y una sonrisa en el rostro.

Así fue como Nick se dejó en el olvido las últimas clases del día. Salió de la universidad luego de despedirse de sus amigos y encendió el auto rumbo al apartamento, no son antes, pasar a comprar un par de botellas de té helado y las barritas favoritas de Charlie en mi tienda. Me alegró verlo, pero me alegró mucho más saber que estaba dispuesto a disculparse por el día anterior, a mejorar las cosas entre él y su rizado favorito. Tal vez, las cosas no se habían comenzado a arruinar, tal vez era sólo un pequeño bache por el que tenían que pasar. La esperanza quemaba dentro de mi interior.