Destiny (Heartstopper AU)

⭐ Sixteen ⭐ S2

Esa noche comenzó la terrible tortura para ambos. No estaba preocupada en absoluto, de hecho, me resultaba gracioso el pensar que quisieran alejarse y mantener distancia, considerando que vivían juntos. Estaba muy segura de que sería algo muy divertido de ver.
Ah, cómo disfruto la tensión, toda esa atracción romántica y sexual deprimida.

Charlie despertó temprano al día siguiente, cerca de las diez de la mañana, gracias al olor del café recién hecho que se colaba en su habitación. Salió de la cama, con el cabello esponjado, una camiseta blanca muy grande y ropa interior. Los recuerdos de la noche anterior lo mantenían con el ceño fruncido casi incontrolablemente y no por el alcohol, si no por lo sucedido con  Nick. Había sido rechazado por la única persona que pensó que jamás podría hacerlo, por la única persona que de verdad le interesaba y eso le provocaba mal humor. 
Salió de su habitación, esperando encontrar a sus amigos tomando el desayuno, pero había demasiado silencio como para que ese escenario fuera posible; suspiró y siguió caminando hasta salir del pasillo y llegar al espacio abierto donde, en la pequeña mesa del comedor, se encontró a Nick, duchado, vestido, arreglado y bañado en su deliciosa colonia. Se veía tan guapo que rayaba en lo divino y eso le molestaba tanto como le encantaba, porque solo podía significar una cosa. Frunció los labios y desvió la mirada. 

- Buen día - dijo Nick, con una media sonrisa en el rostro.  Al parecer también se sentía incómodo después de la noche anterior. 

- Buen día - respondió Charlie, sin mirarlo, mientras se dirigía a la cocina. Puso más agua en la cafetera y levantó la vista hacia el rubio, que lo miraba atento - Luces demasiado perfecto para ser un domingo por la mañana, ¿vas a salir? 

Nick se quedó atrapado por un segundo en la palabra "perfecto" pero inmediatamente desechó el pensamiento y carraspeó la garganta. 

- Sí, tengo...cosas que hacer - claro que no podía admitir en voz alta que saldría con Jeff, aunque debería poder - Volveré por la noche. 

Charlie se sirvió el café caliente en una taza navideña que había en la alacena, agregó un poco de leche y trató, por todos los medios posibles, ocultar la molestia que le ocasionaba saber que Nick estaría fuera todo el día, en brazos de un imbécil que no merecía siquiera estar cerca de él.  Se mordió la mejilla interna y negó con la cabeza al no poder asimilar ese pensamiento. 

- ¿Qué? - preguntó Nick, que observó todos y cada uno de sus movimientos con mucha atención. 

- Nada - Charlie tomó la taza y pasó de largo del comedor, directo hacía el pasillo, antes de desaparecer en él, se giró y le lanzó a Nick una mirada mordaz - Que te diviertas. 

No espero una respuesta y se metió en la habitación, cerrando la puerta fuertemente. Nick se quedó sentado donde estaba, pero sentía que una parte de él se había ido corriendo detrás de Charlie y eso...eso no tenía lógica. Él había marcado distancia, él le había pedido que mantuviera todo a raya, no tenía derecho a sentirse herido por su actitud tajante. 
Solo ha pasado una noche y está enojado, en unos días estaremos mejor  pensó, más para darse ánimos que porque lo creyera realmente. 
Se terminó el café y la tostada con mermelada que se había servido, se lavó los dientes y salió del apartamento, pensando que quizá debió pasar a despedirse o al menos gritar que se estaba yendo ya. Suspiró y se frotó las sienes. 
Un par de minutos después, el auto de Jeff estacionó descuidadamente frente a la acerca y  Nick sonrió mientras se acercaba y se metía en el precioso Mustang.  

- Hola, cielo - dice Jeffrey y besa sauvemente a Nick - Te ves precioso, como siempre. 

Nick sonrie y devulve el cumplido, le da un último vistazo al edificio antes de que el auto arranque y de nuevo, piensa en Charlie. 
Jeff promete darle un buen día, llevarlo a algun museo, comprar cartuchos para su cámara o, incluso,  una cámara nueva, si él quiere. Nick se ríe pero sabe que Jeff habla en serio. 
Su primera parada es un restaurante modesto donde sirven desayunos deliciosos, suelen ir a allí una o dos veces al mes. Jeff ordena por los dos, sin pedirle su opinión, pero Nick no se opone en nigún momento. El desayuno transcurre de forma tranquila, Jeff parece estar de buen humor, se ríe y le cuenta cosas ridículas que han pasado en la universidad o en el bar. Le cuenta que se encontró a un grupo de sus alumnos y que se vió obligado a comprarle una ronda a todos con tal de que no estuvieran hablando de su trabajo nocturno en el campus. Nick lo escucha atentamente y, de vez en vez, también le cuenta sobre lo que hizo esa semana en la universidad y sobre que Nellie estará de regreso en un par de días luego de sus vacaciones con Sarah y sus abuelos. 
Cuando terminan el desayuno, Jeff lleva a Nick a una tienda especializada en fotografía y, como promete, le compra varias cajas de cartuchos y aunque se ofrece a comprarle una preciosa cámara digital, Nick se niega. Luego de eso, van a casa de Jeff y disfrutan de un par de películas que dervian en una sesión de sexo un poco más salvaje de lo habitual.