XI

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Se encontraba en su oficina, un santuario de desorden y melancolía.

La luz fría y distante de las fluorescentes proyectaba sombras largas y ominosas en las paredes, acentuando la sensación de opresión y aislamiento que lo envolvía.

Una fría brisa entraba por una ventana entreabierta, arrastrando consigo una sensación helada que se mezclaba con el peso denso del ambiente.

La luces creaban un parpadeo inquietante que parecía burlarse de su angustia interna.

Se dejo caer en una silla, con la espalda rígida y la mente atrapada en un torbellino de culpa y estrés. Cerrando los ojos, buscando un breve respiro en medio de la tormenta de pensamientos.

Sus manos, aún temblorosas, se aferraban al borde del escritorio, mientras el aire frío acariciaba su piel, incrementando su malestar.

Cuando los abrió, sus ojos se posaron en un libro olvidado en la esquina de su escritorio.

Era un ejemplar de La campana de cristal de Sylvia Plath, un obsequio antiguo que había recibido por pura casualidad y que había permanecido relegado a un rincón polvoriento.

El libro parecía resplandecer con una luz tenue, como si estuviera esperando ser descubierto. La superficie estaba cubierta de una capa de polvo que apenas lograba ocultar su título dorado.

Cuando lo tomó con manos temblorosas, sintió el peso y la textura del papel envejecido bajo sus dedos.

La sensación de sostenerlo era a la vez reconfortante e inquietante, como si estuviera sosteniendo una parte de su propia alma desgarrada.

Recordó el momento en que lo había recibido: un gesto que había parecido trivial en su momento, pero que ahora se sentía cargado de un significado profundo y sombrío.

Mientras acariciaba la cubierta, sintió un escalofrío recorrer su espalda, como si el libro estuviera infundido con la tristeza de generaciones pasadas.

Al abrir el libro al azar, las páginas se desplegaron con un crujido sutil.

La frase que apareció ante él parecía resonar en lo más profundo de su ser:

"No quiero salir de aquí, quiero quedarme aquí y esperar que todo vuelva a ser como antes."

Las palabras golpearon su corazón con la fuerza de una revelación.

Sintió un nudo en la garganta, el impacto emocional casi físico, palpitaciones en el pecho, lágrimas que amenazaban con brotar y una presión creciente en su pecho, como si el peso de sus decisiones pasadas le estuviera estrangulando el alma.

La conexión con esa frase lo hizo cuestionar todo lo que había estado viviendo, como si el libro estuviera hablándole directamente.

Mientras la luz cálida de la oficina se desvanecía en la penumbra de la noche, una nueva verdad emergió en su mente, como una chispa en la oscuridad:

"Pero no quiero que todo vuelva a ser como antes, quiero salir de aquí, no quiero esta vida."

Era una epifanía dolorosa, una llamada urgente al cambio que le revelaba la necesidad de romper con su pasado y buscar una verdadera felicidad.

La realización de que no podía seguir atrapado en el ciclo de arrepentimiento y desilusión lo impulsó a actuar.

Un suspiro tembloroso escapó de sus labios mientras contemplaba el mensaje que las palabras le transmitían, la pesada carga de su pasado y la necesidad de transformación.

Con una determinación renovada, tomó su teléfono, el aparato frío en sus manos sudorosas.

"Es ahora o nunca," se dijo, mientras el peso de su decisión lo envolvía.

Hate to love [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora