Cuando abrió los ojos, el techo blanco de la enfermería le dio la bienvenida, y el olor a desinfectante le llenó las fosas nasales.
Tardó unos segundos en ubicarse, en recordar dónde estaba, en comprender por qué estaba allí.
Intentó moverse, pero un dolor punzante en la rodilla le recordó su caída, y soltó un leve quejido.
Fue entonces cuando notó una figura a su lado.
Al girarse lentamente, su corazón dio un vuelco al ver a Yoongi, sentado en una silla junto a su cama, mirándolo con una expresión de preocupación y algo más, algo que no podía definir.
— ¿Estás bien? — preguntó el pelinegro en un tono suave, sus ojos escaneando su rostro con una mezcla de alivio y preocupación — Te desmayaste en medio de la clase.
Sintió que el pecho se le apretaba.
No quería enfrentarse a él, no quería tener que hablar con él, y mucho menos en ese momento, cuando se sentía tan vulnerable.
Trató de apartar la mirada, pero el peso de los ojos contrarios sobre él lo obligaba a responder, como si la sinceridad en su mirada lo desnudara, revelando cada rincón oculto de su dolor.
— Yo... sí, estoy bien — murmuró, intentando sonar tranquilo, aunque su voz era apenas un susurro.
El pálido dejó escapar un suspiro, y se inclinó un poco hacia él, su expresión llenándose de una intensidad que hizo que su corazón latiera con fuerza.
— Jimin, hace días que intento hablar contigo. — Su voz era suave, pero cada palabra parecía llevar un peso que hacía que sintiera un nudo en la garganta — Necesito saber... necesito entender qué pasó. ¿Por qué terminas todo de esa forma?
Apartó la mirada rápidamente, esquivando los ojos del pelinegro que lo miraban con una intensidad dolorosa, desnudando cada mentira, cada inseguridad que intentaba esconder.
La atmósfera en la enfermería era opresiva, como si cada respiración que daba se le atorara en el pecho.
La luz fría del fluorescente caía sobre ellos, dando a la escena un aire casi surrealista, como si estuviera atrapado en una pesadilla de la que no podía escapar.
La mirada de su exnovio, fija y preocupada, lo atravesaba como una flecha, y el silencio entre ellos se sentía tan denso que casi podía tocarlo.
Sintió el impulso desesperado de salir corriendo, pero él estaba allí, su figura era como una barrera física y emocional que le impedía huir.
Tenía que pensar en una excusa, cualquier excusa, para escapar de esa intensidad que se acumulaba entre ambos.
— Yo... tengo que volver a clase — murmuró, sin mirarlo, sus palabras apenas un susurro en el aire cargado de la enfermería — No quiero perderme la lección.
El silencio que siguió fue aplastante, sintió una punzada de culpa mezclada con ansiedad.
Yoongi lo miró en silencio, como si viera a través de él, sus ojos oscuros y serios captando cada matiz de su expresión, cada temblor en su voz.
— Jimin... — susurró finalmente, su tono suave, pero con un filo que lo hizo estremecer — Las clases ya terminaron.
Sintió cómo su corazón latía con fuerza, y un nudo se formaba en su garganta.
No podía moverse, atrapado entre la culpa que ardía en su pecho y la incapacidad de enfrentar esa mirada, esos ojos llenos de preguntas que él no sabía cómo responder.
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Hate to love [Namjin]
FanfictionKim SeokJin se encuentra atrapado en una compleja tela de araña entre venganza y redención, uniendo su destino con el del CEO Namjoon. Con un pasado marcado por el acoso escolar y una vida llena de miseria, Jin se adentra en un viaje emocional que l...