Ante tus pies ★ Minjoong

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No era muy amante de los ambientes cargados y llenos de gente, pero hoy en específico se sentía con más ganas de pasar el rato con sus amigos, hacía tiempo que no asistía a una fiesta de todas formas, todo era trabajo y estudio, los momentos más amenos los pasaba con Mingi pero claramente el no se encontraba ahí y era un oportunidad para poder convivir y conocer a más personas, no le venía mal.

Por esa razón en un viernes por la noche se encontraba con Felix en el auto de este mismo yendo directamente al bar donde Hyunjin organizaba su cumpleaños, eran las 10 pm y ambos lucian especialmente radiantes, en todo caso Hong si le había hecho caso a su amigo y se había dignado a por fin usar la falda que se había comprado, un top que simulaba la forma de una araña y que apresaba su torso, con detalles de pedrería bastante llamativa y lo unían hilos por la espalda, lo había hecho el mismo y le había encantado así que no dudo en usarlo en esa ocasión, otro detalle era que su falda combinaba con una chaqueta que era de la misma marca que esta, hacía lucir bastante el conjunto además de que ambos eran de color grisáceos y lo que cubría su pecho era negro, contaba igual con sus shark boots de Givenchy que le daban el toque resaltante que tanto buscaba, a parte de tener joyería plateada para la ocasión y ni hablar de su rostro, nuevamente con un maquillaje que susurraba misterio pero de no ser por su personalidad radiante se creería que el albino era alguien sin un atisbo de simpatía.

Se sentía hermoso y lo estaba.

Le había avisado a Mingi que ese mismo viernes tenía pendiente algo de diversión, sabía que estaba evidentemente inquieto y algo celoso por ello, solo por el innegable hecho de que ni bien pusiera un pie en el establecimiento llamaría la atención de los invitados de su amigo, no es que tuviera el ego por las nubes, solo era realista con respecto a su condición, las personas no veían albinos muy seguidamente quería creer. Pero tranquilizó a su hombre, aunque este si creía que estarían más mirándole el trasero que fijándose en que tenía un desorden genético.

— Sabes que eres el objetivo de muchas personas, Hongie. Creo que Mingi se pondría loco de saber todos los buitres que tienes detrás tuyo. — Felix estacionó frente al bar.— Si te ven solo creerán que tienen oportunidad, por esa razón quería que él te acompañara, no eres muy tolerante con hombres así.

— Me sé defender solo y yo solo tengo ojos para Mingi. — tomó su bolso de mano.— Y él lo sabe, confía en mí, no en ellos. Creo que cualquiera que intentara sobrepasarse conmigo, incluso si él no estuviera cerca se encargaría de encontrarlo y afrontarlo. — sonrió recordando lo testarudo que era el mayor.— Hago mi mayor esfuerzo para que no dejé sin rostro al primero que se me atraviesa.

— Tiene poca paciencia, no lo culpo. — soltó una risita.— Pero ven, entremos, hay que darle sus regalos a Hyunjin.

— ¿Tú y él no...?

— Una vez, ya pasó mucho tiempo, pero Chris es todo lo que necesito y quiero. — tomó el bolso de marca que contenía el regalo de su amigo al igual que Hongjoong.— Tuve suerte de encontrarlo, es una especie en peligro de extinción.

— Vivía en Australia, como crees que viviendo aquí te lo ibas a topar casualmente, si no ibas a visitar a tus padres no hubieras tenido una sola oportunidad. — bajó del coche con sus bolsos en mano y rodeó este mismo para lograr ponerse al lado de su amigo.— Pero me hace feliz que estén juntos, son adorables, me dan ganas de tirarles agua fria cuando parecen gatos en celo.

— Cállate, debes ser igual o peor con Mingi.

El albino solo levantó ambas manos riendo culpable, claramente era peor en esos momentos.

Seguido de la charla se pusieron en marcha, había más gente llegando y no querían chocar con todos ellos, así que entraron luego de mostrar sus pases vip al guardia de seguridad, todo tenía que ser exclusivamente privado, ya que Hyunjin estaba ascendiendo hasta lo más alto en su carrera de modelo y actor, la fiesta solo era para sus amigos más cercanos como en este caso era el par que ahora curiosamente admiraban todo que con esfuerzo había planeado el protagonista de la noche.