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9

Esa noche, mientras Rhaenyra llevó a sus hijos a rocadragon, mientras todos dormirán. La muerte se hizo presente en la fortaleza roja, y se llevó el alma y cuerpo y de Viserys I Targaryen.

Mientras en la fortaleza roja el plan de ursurpasion a Rhaenyra, la legítima heredera de Viserys. En rocadragon se desconocía tal hecho. Hasta el sueño de Rhaemma Targaryen.

El fuego de dragón se propagaba por el bosque, Meleys lanzaba fuego a todos los hombres, todo aquel que se dignaba a moverse era incendiado por el dragón Meleys, Rhaenys no se detenía.

Esa noche oscura, mientras Rhaemma iba en un vestido blanco y tomaba la mano de un niño, se escuchan más de cuatro dragones rugir, pero no se veía en donde, pues el cielo era negro.

Hasta que el cielo se pintó de rojo vivo y se pudo diferenciar a Vaghar y Caraxes luchar entre ellos. Ambos estaban tomados de sus garras y bailaban en una lucha sin paz.

Correr y tropezar cerca del vacío y pronto, la corona había caído y una mujer gritaba maldiciendo mientras era consumida por el fuego de un dragón.

Todo se volvía negro y solo sonaba en el vacío.- De mi sangre, es el príncipe que nos fue prometido, y suya será la canción de hielo y fuego.- El hombre alto y fornido da vuelta y sus ojos violeta, cabello blanco y tez blanca la miraba a los ojos, al acercarse, había cortado su garganta y el rojo vivo pintaba su piel.

Al despertar llena de sudor y gritando, Rhaemma sabía que el mal se aproximaba o más bien, estaba ya aquí.

Rhaenyra, Daemon, Jacaerys, Lucerys, Baela y Rhaena se hicieron presentes en la habitación viendo a Rhaemma temblar.

Rhaenyra se acerca a su hija y la abraza preguntando que había pasado.- Madre, están afuera, vienen por nosotros.- Rhaemma decía una y otra vez mientras sus ojos lloraban.

-Iré a ver.- Daemon traía consigo su espada, pues creían que algún guardia había atacado a la princesa.

Rhaemma se deshace del abrazo de su madre y se apresura a correr hacia afuera, con todos siguiéndola.

-¡Rhaemma!.- Gritaban cada uno de los presentes mientras la perseguían

-Tenemos que defenderlos.

-Espera hija, espera.- Rhaenyra toma el brazo de su hija y la detiene tomando su rostro entre sus manos.- A quien protegeremos.

-El me lo dijo, mamá. El sueño me mostró.- Rhaemma luchaba por separarse y cuando lo logró corrió hasta el poso de dragones.

Jacaerys sostuvo a Rhaemma y la miró a sus ojos.- Rhaemma, tienes que contármelo.

-Jace, el fuego abrazaba a todos, y ese hombre me lo mostró, me dijo algo sobre un príncipe de su sangre de hielo. El me lo dijo.- Rhaemma abrazó a Jace después de eso y Rhaenyra abría los ojos más cada que su hija decía una palabra.

-Daemon, Baela, Rhaena, Luke, vayan a sus habitaciones.- Rhaenyra habla alto y todos los mencionados asienten a la petición y desaparecen de la habitación.- Rhaemma, el hombre dijo que de su sangre será el príncipe prometido y...

-Y suya será la canción de hielo y fuego.- Rhaemma termina y se acerca a su madre.

-El hombre, tenía un parecido a tu abuelo.

-Los ojos violetas.

-Aegon. ¿cual fue tu sueño?

-Los dragones danzaban.

-Tenemos que hablar con mi padre, tenemos que hacerlo ahora.- Rhaenyra toma la mano de su hija y ella se niega a caminar.

-Es tarde, ya nos esperan.

-¿Quién nos espera?

-A mí no.- Rhaemma se acerca a su madre y la toma de las mejillas.- A ti. Vienen por ti.