La puerta de Jace era abierta por Rhaenyra y verlo sentado en su cama sin dejar de mirar el gran ventanal la destruía.
-Nunca te lo dije, a nadie, pero cuando mandé a Rhaena y Rhaemma con Rhaenys me arrepentí rápido.- Dice Rhaenyra tomando asiento junto a su hijo.
-Aún así, nunca mandaste por ella.
-Ella eran tan pequeña, creí que no se acordaría de eso después de un tiempo.
-Hubiera sido un buen plan, de no ser por la guerra.
-Jace, no he sido una madre perfecta, pero Rhaemma jamás se ha quejado de mi.
-No es así, madre.
-Siempre supe que algo abría entre tú y ella, o que ella terminaría casada contigo o Aemond, y estuve dispuesta a hacer lo mejor por evitar esta guerra. Pedí prometerte a Helaena, a ella con Aemond, todos seríamos felices y esta guerra no sería la misma, solo seríamos contra Aegon.
-Pero las cartas cambiaron hace mucho mamá, Helaena se casó con Aegon, tienen descendencia, y me pides que me case con Baela, pero no con Rhaemma.
-Rhaemma es desafiante, ella necesita retos para sobrevivir y tú necesitas paz.
-Rhaemma y yo queríamos librar la guerra juntos, pero estás dispuesta a vernos sufrir por no estar juntos, antes que vernos felices juntos.
-Jace, la guerra no se trata de ser feliz.
-No mamá, estamos sufriendo, pero prefieres vernos sufrir antes que ver cómo podemos ser felices en la tempestad.
-Jace, te prometo que las cosas cambiarán.
-Cambiarán cuando Rhaemma muera, y cuando eso pase, yo moriré también, yo no te daré desendencia si no es con ella, mamá.
Rhaenyra mira a su hijo y niega.- Lo siento Jace.- Camina afuera y cierra la puerta, una sirvienta pone llave y Jace empieza a gritar.
-¡MAMÁ! NO ME HAGAS ESTO MAMÁ, POR FAVOR MAMÁ.- Grita Jace y Rhaenyra baja la cabeza.- MAMÁ POR FAVOR, NO ME DEJES PERDERLA.
-Perdón Jace, yo la salvaré.- Rhaenyra empieza a caminar llorando hacia sus aposentos y puede escuchar un último grito de Jace.
-MAMI POR FAVOR
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𝔏𝔞 𝔭𝔯𝔦𝔫𝔠𝔢𝔰𝔞 𝔩𝔬𝔠𝔞
FanfikceEl deseo, la pasión y el deber, conceptos que Rhaenyra conocía bien. Costumbres que deseaba romper por amor, costumbres que sus hijos heredarían sin querer. Esperar que el trono no fuera usurpado era un error, amar tanto a tu familia también lo era...