Narra Fuyuka
—Suguru Geto es un brujo de categoría especial que posee la técnica de manipulación de maldiciones —explicó Ijichi mientras leía un papel y señalaba una foto en la pizarra que mostraba el rostro de Suguru—. Recluta maldiciones naturales y puede controlarlas. Ha conseguido acumular un gran número de ellas usando un grupo religioso como señuelo. Además de las que ya tiene bajo su control, es posible que las dos mil que mencionó no sean un engaño.
Toda la información que Ijichi tenía en sus papeles fue atribuida en gran parte por Yaga y Satoru y algunas cosas por mi. Éramos los que mejor conocían a Suguru, o al menos antes de que se marchase de las escuela.
Después de la tan agradable visita con la que Suguru nos deleitó, el director Yaga había acudido a los altos mandos para informarles de que nos había declarado la guerra. Esto ha causado que los viejos, asustados, nos convocaran a todos y cada uno de los hechiceros disponibles en cada escuela para prepararnos.
Todos los hechiceros presentes en la sala, se encontraban sentados mirando de forma nerviosa a Ijichi, que explicaba con un poco de nerviosismo toda la información que había obtenido en tan poco tiempo. Detrás en la pizarra había no solo fotos de Suguru, si no también de algunos integrantes de su grupo de los que apenas se tenía información. En algunas, Suguru aparecía en un templo, en otras en cualquier lugar de la ciudad e incluso en algún pueblo cercano de Tokio.
El director Yaga estaba sentado presidiendo la mesa alargada. Justo detrás de él, estábamos mi esposo y yo, de pie apoyados en la pared para tener una vista general de todos.
—¿Sabemos qué categoría tienen las maldiciones que están en su poder? —preguntó Nanami pasando la mirada entre el director, Satoru y yo.
—Probablemente la mayoría de ellas sean de segundo o menos. Pero... el número de hechiceros que disponemos para pelear es de cincuenta como máximo —respondió Yaga con el cuerpo tenso.
A mi lado, mi esposo metió sus manos en los bolsillos antes de hablar.
—Esa es la parte que más miedo da —dijo Satoru haciendo que todos lo miraran—. Es difícil imaginar que empezaría una guerra en la que no pudiese ganar.
—¡Maldito! —gruñó Yaga apretando sus puños encima de sus piernas cruzadas.
Los murmullos empezaron a marearme.
No me encontraba para nada bien. Desde que me había marchado de la casa de mis padres y había sucedido todo, sentía como escalofríos subían por mi cuerpo desde mi espalda, provocando un temblor en mi cuerpo que no pasó desapercibido para Satoru.
Mi estómago parecía dar vueltas a la vez que mi cabeza, causando que la mayoría del tiempo me sintiese fatigada.
Algo extraño parecía querer empujar desde lo más profundo de mi interior. ¿Qué me estaba pasando?
—¿Estás bien? —soltó Satoru en mi mente.
Dirigí mi mirada a su dirección, pero él parecía tener sus ojos vendados fijos en los demás, observando en silencio.
—Si.
—No me mientras, Fuyu. Si esto es demasiado para ti, no participes.
—Lo haré.
—Sabes que no es necesario.
—No voy a dejarte solo en esto, Satoru. —Fui testigo de como su cuerpo se tensó—. Esto también te afecta a ti. Él es tu amigo.
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INFINITO | Gojo Satoru
Fantasía-Eres el aire que respiro, Satoru -susurré rozando sus labios que formaban una sonrisa dulce. -Y tú... tú eres mi infinito, cariño. Nuestros labios se juntaron, formando una danza al ritmo de una suave melodía. Profesando un amor tan inmenso como el...