13: Presión

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Perla y la otra chica más baja se fueron sin decirme exactamente donde me tocaba trabajar, por lo que me di el tiempo para explorar este lugar no sin antes de notar que comenzaba a ver muchas personas corriendo de un lado a otro con distintas cosas en sus manos.

De hecho se podía escuchar música a lo lejos, o más bien lo percibía en el piso superior.

—¿Y tú quién eres?—Una mujer de mediana edad con el cabello castaño oscuro y rizado se me quedó mirando de pies a cabeza con la intención de escanearme, pero no de la mejor manera. Era como si me mirara con desprecio.

—¡Ehh... Soy Lapis Lazuli y acaban de contratarme!—Contesté casi tartamudeando.

—¿Vale? ¿Y en qué sección te contrataron?—Alzó una de sus cejas.

—Pues... Como ayudante en la sección de maquillaje.—Respondí aún nerviosa.

—¿Y me imagino que no tienes idea de donde queda no?

—Para qué mentirle, además que llegué hace unos minutos.

—Entiendo.—Suspiró y se rascó la nuca—... Este pasillo como ves es solo para llegar a la sección de fotos, pero si notas en el otro extremo más allá de donde está el ascensor verás que se ve bastante gente saliendo y yendo hacia ese lugar, ahí es donde maquillan a las modelos.

—Oh ya veo.—Incliné mi torso en forma de agradecimiento.—Muchas gracias por ayudarme.

—De nada, aunque espero que puedas hacer bien tu trabajo porque son demasiado exigentes.

—¡Lo tendré en cuenta! ¡Gracias otra vez!

Corrí por el pasillo viendo una que otra puerta en éste. La mayoría eran de acceso restringido y hasta estaba la oficina donde se encuentra el jefe... Al llegar tuve que hacerme a un lado porque iba un tipo con una caja llena de accesorios de costura hacia el ascensor. Luego entré y vi el salón con 3 modelos extremadamente delgadas y hermosas siendo maquilladas por mujeres que podían sobrepasar los cuarenta.

En eso me tocan el hombro y cuando veo era otro tipo con una camiseta arcoíris, unos lentes redondos y amarillos similares a los de Peridot y un pañuelo rosado. Se notaba a leguas que era gay, o por lo menos es un afeminado.

—¿Qué haces aquí niña? ¡Esta es una sección para modelos! ¡No para mujeres con 5 kilos de más!—Exclamó, haciendo el mismo gesto de mirarme de pies a cabeza con cierto desprecio.

Ay no, qué desagrado con estos tipos perfeccionistas. Ni siquiera estoy gorda y porque tenga algo más de pecho ya da por sentado que no pertenezco aquí.

—¡Voy a trabajar aquí desde hoy! Perla fue quien me recomendó...

—¿Qué? ¿¡MI PERLA TE RECOMENDÓ!?—Llevó su mano hasta el pecho poniendo cara de indignación.—¿¡EXCUSE ME!? ¡Necesito que me confirmes lo que acabas de decirme!

—Si, claro...—Saqué mi teléfono y llamé a Perla.

Pasaron un par de segundos para que ella contestara y se lo entregué al tipo despreciable.

—¿Aló mi reina? Hey ¿es en serio lo que me dice esa niña que tú la contrataste?... Oh... Vale...—Volvió a mirarme pero esta vez cambió su semblante a como de alguien que la ha cagado.—¡Lo siento pues ni sabía que era tu amiga! Si si...—Retiró mi teléfono de su oído y me lo entregó.—Lamento haberte tratado así, Es que Perlita no me avisó que vendrías hoy! !Pero eres bienvenida! ¿¡No es así chiquillas!?

Todas se me quedaron mirando y yo empecé a morir de vergüenza, luego asintieron con una sonrisa y siguieron haciendo su trabajo.

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Con todos menos contigo! [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora