5: Mudar

153 29 30
                                    

☆☆☆

Otro día en el que no tengo ganas de trabajar, pero al menos estaré en la sección de reponer productos. De hecho Steven me avisó que llegaron demasiadas cosas por lo que tendré mi mente más distraída.

Empecé sacando cajas de cereales, todas estaban en un palé acomodadas, tenia que abrir una por una, revisar el estado de cada cereal y colocarlas en orden poniendo los cereales más antiguos en primer lugar.

Mientras hacia todo eso sentí una mano en mi trasero, cuando volteé me di cuenta que era Steven.

-¡Ya te dije que no hagas nada que nos comprometa!-Le susurré molesta.

-Ya lo sé Lapis, pero es que no he parado de pensar en lo de anoche. Hasta esta cosa de abajo cobró vida propia, pero el delantal me salva de que nadie más vea.-Se echó a reír.

-De todos modos aquí no somos nada, te di esa condición para que salieras conmigo.-Contesté con las cejas arrugadas.

-Bueno si entiendo. Iré a la bodega porque aun me falta sacar cosas del camión.

Steven se marchó y yo continué con lo mío. Eran pasado el mediodía cuando de la nada me tocan el hombro, y como intuí que podía ser Steven me volteé para reclamarle.

-¡Ya te dije que no puedes tocarme aquí!

-Oye calma mujer.-Sonrió.-Qué te pondrás vieja muy pronto si sigues así.

-Ah... Eres tú.

Peridot.

Se ve del mismo porte que yo.

-¿Creciste?-Arrugué mis cejas.

-Ah no, son mis tenis.-Bajó un poco la vista.-Qué coincidencia, trabajas aquí por lo que veo.

-No fíjate.-Me di la vuelta para seguir acomodando los cereales.

-¡Agh qué pesada!-Gruñó.-Yo quería preguntarte donde está el atún, pero nunca estás de ánimos.-Suspiró.

-Está al final del siguiente pasillo.-Volví a darme la vuelta para verle.

-Gracias... Por cierto, tu mamá nos contó que te irás de casa hoy...

-Si.-Me crucé de brazos.-Necesito un descanso de ustedes y reflexionar con más calma todo lo que esta pasando.-Me tomé la frente y suspiré.

-Lapis... ¿Me odias?-Sus ojos se quedaron estáticos viéndome y esperando una respuesta.

No me mires así.

-No. Soy yo el problema y por eso tengo que irme.

-Entiendo... Bueno.-Se rascó la nuca y empezó a alejarse para luego verme por última vez.-Algo positivo sería que podré dormir en tu cama.-Sacó su lengua.

-¡Aaahh no te atrevas a hacerlo!

-¿Y qué pasa si me duermo en tu cama mientras tú estás cómoda en otra?

-¡De ser así no me iría!

-Pues entonces no te vayas, Lapis.

Luego de eso ella levantó su mano en señal de despedida. Me recargue en el estante y llevé mi mano al pecho.

¿Peridot no quiere que me vaya?

Por alguna razón sonreí y hasta vi por última vez como se iba en dirección al otro pasillo.

Caminé disimuladamente y la vi sacando un tarro de atún.

-Es mejor éste.-Saqué del lote la lata que le dije.-Tiene mejor sabor y no es tan caro.

Con todos menos contigo! [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora