3: Acoplar

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No pude hablarle mientras estábamos en el vehículo, además que Margaret estaba en medio de nosotras hablándole a Peridot, contándole sus cosas y como es que adora el hecho de que ambas madres estén juntas.

Comienzo a aceptarlo, a rendirme y entender que podría no ser tan mala la idea. Además que Peridot se ve bien liviana de sangre.

En cambio yo ya le he dado una pésima impresión.

Demonios.

°°°

Cuando llegamos a casa vi como Yellow corría para abrazar a su hija, no niego que fue bastante emotivo verlas juntas emocionadas hasta las lágrimas. Luego de eso acomodé sus cosas en la entrada de la casa y me senté en el sillón para relajarme.

—Hija...—Mamá se sentó a un lado.

—¿Qué pasa?—Le pregunté sin mirarla.

—Yellow me comentó que estabas discutiendo con ella por teléfono. Si realmente te molesta que esté viviendo con ella deberías...

—Tranquila.—Interrumpí y la vi seriamente.—Ya pasó y reconozco que me dejé llevar por mi histeria. Le pedí perdón a esa y a su hija, así que no pasa nada.

—Pero a ti no te agrada que...

—Dame tiempo. No es fácil aceptarlo mamá.

—¡¡Lo siento!!—Se me tiró a los brazos llorando.—A veces hago cosas demasiado imprudentes pero realmente quiero a Yellow...

—Si ya lo sé.—Suspiré y acaricié su cabeza.—No voy a pelear, lo prometo.

Espero poder cumplirlo eso si.

▪︎▪︎▪︎

Como nadie tenía ganas de cocinar terminaron pidiendo comida por delivery, y en veinte minutos la mesa estaba con 5 cajas de pizza de diferentes tipos.

Que bien huele.

Todas nos sentamos y empezamos a comer. Mamá le preguntaba a Peridot de lo que hacía en Suiza y el porqué decidió regresar con su madre, a lo que ella respondió que se dedicaba al cien por ciento en sus estudios hasta que su beca terminó y decidió congelar su carrera de ingeniería en sistemas.

—Pronto retomaré mis estudios pero mientras buscaré algún trabajo.

—¿Pero tendrás tiempo para que me ayudes en las tareas?

—Claro que si.—Contestó sonriente.—Te lo prometí, pero también tienes que aprender cuando te vaya a enseñar.

Qué rápido se ha ganado a Margaret, bueno en realidad mi hermana es quien se le pegó como chicle.

—Okei antes que nada tenemos que decirte algo Peridot.—Yellow juntó sus manos y vio a su hija.—Por el momento no hay más habitaciones, así que no sé si alguna de las Lazulis querrá dormir contigo hasta que podamos despejar la habitación que está como bodega.

Margaret de inmediato levantó su mano.

—¡Ella puede dormir conmigo! No tengo problema alguno.

—¡Oye pero tú tienes una cama pequeña!—Le agarré su antebrazo.

—¿Y eso qué? ¡Puedo darle espacio!

—Mi cama es más grande.—Levanté la vista para enfocarme en Peridot.—Si quieres puedes dormir en mi habitación.

—Ahh...—Peridot se rascó la nuca y miró hacia un lado.—Es mucha molestia para ti, Lapis.

—No lo es, en serio.—Le sonreí.

Con todos menos contigo! [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora