PREFACIO.

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Esta es la historia de dos almas que pactaron estar juntas cuando la creación del universo los separó…
En un lugar lejano y lleno de mucha magia una de esas mitades creció en forma de diosa,
era hermosa,
llena de mucho amor y sin una pizca de maldad, y a pesar que el lugar donde creció era esplendoroso y lleno de mucha belleza,
la diosa sentía la necesidad de ir por más.

Por otro lado en un lugar más oscuro lleno de maldad,
lujuria y perdición creció la otra alma, el infierno lo cobijó y a medida que fue creciendo el demonio se volvía más cruel y más malvado,
el sentir piedad y compasión por los demás estaba prohibido para él,
ya que el sentir algún sentimiento bondadoso por alguien lo volvía débil y ese demonio con ojos de acero no se doblegaba ante nadie.

Así fue como un día sin más la diosa queriendo conocer más decide salir del lugar que la cobijó desde su creación a conocer otras tierras,
sin saber que a su paso se toparía con un ser que la envolvería poco a poco en su mundo turbulento.

Fue como si el universo,
el suyo y el de ella se hubieran confabulado para que ese día sus caminos se cruzaran,
el universo se detuvo ante su encuentro,
el mundo de ambos brilló con una luz tan brillante y tan intensa como el sol, sus ojos se clavaron mutuamente en cada uno,
y algo pasó,
pero aún así no eran conscientes de lo que pasaba en su interior,
esa conexión fuerte y poderosa que les impediría volverse a separar…
Y los días pasaban y la diosa maravillada contemplaba al demonio con inocencia y el poco a poco iba bajando la guardia dejando caer sus corazas,
y la diosa se fue envolviendo más en su fuego y el demonio se fue dulcificando con la miel que el cuerpo de la diosa desprendía.
La conexión crecía cada día más y a pesar de las contiendas y diferencias de cada uno,
eso no apagaba sus llamas,
al contrario,
crecía cada vez más,
ardía como un fuego abrasador.

Pero sus caminos juntos no sería fácil, era un encuentro destinado desde el principio de la creación,
una conexión especial que jamás se desvanecerá porque ambos eran dos seres distintos unidos por una misma alma…
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Pero sus caminos juntos no sería fácil, era un encuentro destinado desde el principio de la creación, una conexión especial que jamás se desvanecerá porque ambos eran dos seres distintos unidos por una misma alma…

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YO TU DIOSA, TÚ MI INFIERNO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora