CAPÍTULO-14

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Y ella no entiende cómo siendo una diosa que viviendo en el cielo y bendecida por la divinidad una sombra la oscureció cuando ese demonio la cautivó.
Pero también comprendió que el cuerpo ni la mente razona cuando de deseo se trata.

Sus encuentros clandestinos eran cada vez más seguidos.
Ellos sabían que sus mundos jamás podrían unirse,
pero eso no le impedía devorarse con vehemencia y necesidad.
Ella sabía que se había lanzado a un abismo sin retorno,
en las manos de ese extraño ser de las tinieblas con cuerpo pecaminoso, mente siniestra y ojos de acero,
se sentía perdida,
la diosa se volvió su espejo y solo era esclava de lo que él mismo creó en ella, de esa lujuria insana y adictiva.
La culpa la atormentaba,
pero también lo hacía ese deseo pecaminoso que le incitaba a ir por más...
Lo eran todo,
pero al mismo tiempo no eran nada,
ni una historia,
ni un recuerdo,
ni un olvido,
nada…
Ella era su perdición,
su euforia,
su delirio,
pero aún así Legión Asmodeo no admitía lo que realmente sentía por Anael,
y la diosa se fue apagando y su corazón ya no era el mismo,
ese ser tenebroso no estaba dispuesto a amar y entonces ella comprendió que su demonio era un cobarde para el amor que debía de ser para valientes.
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 Lo eran todo, pero al mismo tiempo no eran nada, ni una historia, ni un recuerdo, ni un olvido,nada… Ella era su perdición,su euforia,su delirio, pero aún así Legión Asmodeo no admitía lo que realmente sentía por Anael, y la diosa se fue apagando...

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YO TU DIOSA, TÚ MI INFIERNO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora