Ambos se llevarían en sus mentes como el recuerdo que atesorarían por toda la eternidad.
Ella comprendió que no todos los demonios te llevan a un infierno y él pudo experimentar que era estar en el cielo sin necesidad de haber puesto un pie ahí.
Siempre se pertenecerían mutuamente y en sus pieles llevarían las marcas de cada uno como si fueran un tatuaje. Ella siempre sería su diosa,
él siempre sería su demonio,
pero eran un amor destinado a no ser.
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YO TU DIOSA, TÚ MI INFIERNO.
FantasiaLa diosa, llamada Anael, personificaba el amor y la pasión, sus ojos mieles dulcificaban a cualquiera. El demonio legión Asmodeo, era la oscuridad encarnada y dios de la lujuria, su sonrisa era un abismo de tentación. Los hilos de su existencia los...