―¿Cómo es posible que llego al pueblo y la primera noticia que me recibe es que casi te rapta un maniático? ¡Y de paso que también casi te vuelves Sasha a la boloñesa para un oso!
Yla entrando de golpe a la habitación hace que tanto Valenka, quién está revisando mis costillas, como yo demos un salto.
―Me voy unos días y casi te hacen puré. ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas ayuda? ¿Comida? ¿Agua?
―¿Cómo entraste? ―interrumpe Valenka.
―¿Por la puerta? ―Yla se encoge de hombros y luego me toma del rostro ―Ese golpe se ve feo.
Valenka niega para sí misma y continúa revisando mis costillas con un extraño aparato parecido al de los rayos X, solo que más pequeño.
―Te dije que no estuvieras saliendo sola porque era peligroso... Si no estuvieras herida te metiera un zape.
―¡Ey! ―me quejo e Yla sonríe.
―No había visto ese aparato ―Yla apunta hacia la pequeña maquina.
Valenka sonríe ligeramente.
―Lo traje hace poco.
Valenka termina de revisar mis costillas y me coloca de nuevo la faja que ayuda a que se mantengan en su lugar y así puedan sanar mejor.
―Todavía está inflamado pero la sensibilidad ha disminuido considerablemente ―informa ―; para solo haber pasado cuatro días es una mejoría impresionante.
Luego de tomarme una muestra de sangre, finalmente nos deja a Yla y a mí a solas.
―Que raro que Beham no está aquí de garrapata ―dice Yla.
Estos días Beham ha estado especialmente extraño, casi no se despega de mi lado y si lo hace es para traerme comida o dulces que no tengo ni idea de dónde saca, pero como sigo enojada no he preguntado.
Él no ha tocado el tema y yo lo ignoro a él... o eso intento.
―Salió hace unos minutos ―murmuro con desdén fingiendo que no me interesa.
―¿Hubo alguna novedad mientras no estuve? Aparte de que casi te secuestran, claramente.
Bien, es mi momento.
―De hecho sí... Antes de que me apuñalara un oso y de que el mastodonte me triturara las costillas sucedió una cosita rara con Beham...
Yla entorna los ojos y sonríe con picardía.
Frunzo el ceño.
―No ese tipo de cosa, cochina ―digo avergonzada.
A Yla se le va la sonrisa de golpe.
―Ah, ¿entonces?
Me aclaro la garganta.
―Bueno, tenía un comportamiento... ―dudo en como abordar el tema ―peculiar. Su piel tenía unas líneas extrañas, se desmayó...
Yla frunce el ceño.
―Y Hag nombró algo de una dosis...
―No voy a hablar de eso ―corta.
Alzo las cejas.
―¿No?
―No.
―¿Por qué no? ―inquiero, irritada.
¡¿Por qué nadie me quiere decir nada?!
―A Beham no le gusta tocar ese tema, Sasha, ni que los demás lo sepan... queda de su parte si te lo explica. Si te lo digo estaría traicionando su confianza.
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Beham - [Secretos]
Teen FictionSu apariencia era intimidante y peligrosa, pero él no me haría daño, no a mí. ¿Quién hubiera pensado que de un momento a otro mentiras del pasado saldrían a la luz? Y menos aún, ¿quién habría imaginado que ese chico serio y misterioso sería una piez...